Sólo dos de cada 10 empresas con tecnología.
Durante la fase de contingencia sanitaria del Coronavirus (Covid-19) la mayoría de las industrias en México ha tenido dificultades para instrumentar modelos de teletrabajo; sin embargo, son las microempresas “las que podrían enfrentar dificultades para continuar su operación”, pues la estadística oficial señala que sólo 17.1 por ciento cuenta con conexión a Internet.
“En México, el teletrabajo no será aplicado de manera generalizada, atribuible a que es imposible para ciertas industrias operar sin la asistencia de personal, el cual no cuenta con las herramientas y conectividad necesaria para continuar con su labor desde casa”, aseguró Radamés Camargo, analista de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Detalló que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, asegura que 70 por ciento de las actividades laborales en el mercado mexicano podrían concretarse de manera remota siempre que las entidades productivas tuvieran una infraestructura digital adecuada y su personal tuviera un manejo optimo de las Tecnologias de la Información y Comunicación (TIC).
No obstante la firma tecnológica Avast, asegura que en México sólo dos de cada 10 unidades económicas cuentan con los requerimientos suficientes para implementar el teletrabajo, además que 81 por ciento de los empleados no recibe el apoyo tecnológico de la empresa para realizar Home Office.
“Las principales razones de esta limitada preparación de las unidades económicas en el país consisten en la falta de organización, capacitación e infraestructura virtual, así como la falta de confianza en los empleados bajo esta modalidad”, precisó.
La crisis de salud pública que enfrenta México provocó que la operación productiva de las empresas se trasladara parcial o totalmente al hogar de los trabajadores, lo que ha exigido que la Banda Ancha, especialmente la fija, soporte las distintas herramientas de comunicación y productividad para hacer posible el teletrabajo o trabajo en casa, limitado solo a algunas empresas.
Generalizarlo exigiría que la actividad de las empresas se basara en el uso óptimo de las TIC, de contar con acceso a Internet y la posibilidad de conectarse de forma remota para mantener la comunicación y contacto con sus proveedores (B2B, por sus siglas en inglés) y sus clientes (B2C).
Sin embargo, la estadística del INEGI en 2018 muestra que sólo 20.4 por ciento de las 4 millones 750 mil unidades económicas del sector privado y paraestatal han usado la conectividad en sus procesos productivos.
Las pequeñas, medianas y las grandes empresas son las más intensivas en el uso creciente de la tecnologia, es decir, una proporción superior al 80 por ciento, potencian su productividad, con un uso creciente del Internet.
“Esta circunstancia es particularmente preocupante al tratarse del grueso de las unidades del país las que se encuentran desconectadas, tal que representan 78.7 por ciento del universo de unidades productivas, que quedarían privadas de continuar con su operación”.
La falta de conectividad, equipamiento, coordinación e implementación de protocolos por parte de las empresas merma el potencial del trabajo y condena al cierre de operaciones de la base de la pirámide de las unidades económicas, de las que depende en buena medida la dinámica del aparato productivo nacional.
En opinión del especialista es necesario acelerar los esfuerzos para hacer universal el acceso a las TIC, tanto en la población como entre las empresas, pues el teletrabajo genera ahorros eficiencias y mejora niveles de productividad.
“Estamos aprendiendo minuto a minuto en la actual crisis pandémica, es la importancia de la disponibilidad y capacidad de las redes fijas y móviles, así como de contar e incorporar esa conectividad en los procesos productivos de las unidades económicas”.
C$T-EVP