Operadores deben trabajar en fortalecer confianza de usuarios.
Con más de 5 mil millones de suscriptores empoderados a través de sus dispositivos, la identidad móvil de los usuarios se convertirá en la nueva moneda de esta economía digital, un escenario ante el cual los operadores de redes tienen grandes oportunidades pero también desafíos relacionados con la gestión segura de los datos, la experiencia y confianza de los clientes.
De acuerdo con Daniel Cuellar, vicepresidente de Latinoamérica para MSI (Mobile Services & IoT) de Gemalto, el ecosistema móvil ha creado una plataforma digital que está conectada a todos; y en todas esas partes donde los consumidores están conectados son capaces de usar una amplia gama de servicios digitales.
«Como resultado, la identidad móvil se convertirá en la nueva moneda de esta economía digital, y el mercado está creciendo. Según OWI – One Wold Identity, la oportunidad de la identidad móvil valdrá 34 mil millones de dólares para 2022, mientras que Fuel by McKinsey estima que el mercado actual para la verificación de identidad como servicio vale 10 mil millones de dólares ahora y crecerá a 16 mil millones-20 mil millones de dólares para 2022».
El especialista refirió que según estimaciones del Banco Mundial más de mil 100 millones de personas no tienen una prueba oficial de su identidad. Hay una carrera para implementar sistemas que aseguren que estas personas estén protegidas y no sean excluidas de la sociedad o de los servicios.
«Además, en algunos países, como Nigeria, Zambia y Zimbabue, hay más personas con una suscripción móvil que con una prueba oficial de identidad. En países en desarrollo, como India, el 80 por ciento de todas las personas usa Internet a través del teléfono celular, y existen cifras similares en países como Kenia o Pakistán».
En opinión de Daniel Cuellar, lo anterior representa una gran oportunidad para trabajar con los operadores móviles que tienen la capacidad de acelerar el alcance y el despliegue de identidades digitales para empoderar a los ciudadanos.
«Ellos pueden habilitar soluciones de identidad digital móvil que sean sostenibles, escalables y rentables, a la vez que garantizan un gran mercado de consumidores, lo que es esencial para la masa crítica».
Por otro lado, en el nuevo escenario digital la confianza del consumidor es un activo importante; y en ese sentido es clara la estrecha relación que tienen los operadores móviles con sus clientes, pues poseen una gran cantidad de datos utilizados para habilitar servicios específicos.
«Saben qué tipo de cuenta tiene usted (prepago o pospago), qué dispositivo tiene, la información de su ubicación y los registros de uso del dispositivo. Toda esta información se puede combinar para identificar con precisión a un usuario específico, garantizar transacciones seguras y reducir el robo de identidad».
Este enlace único a través del dispositivo móvil representa un gran paso de lo que hacemos en línea. La combinación de este conjunto de atributos individuales luego se puede usar para permitir que el titular obtenga acceso a servicios o recursos, ya sea en el mundo real o en línea.
Para el especialista, un elemento que no debe pasarse por alto es la gestión segura de los datos del cliente. Las huellas de los operadores móviles y la confianza del cliente convergen en un ecosistema complejo con un alto requerimiento de protección de datos que ha dado como resultado grandes inversiones por parte de la industria para ampliar sus capacidades de gestión de recursos del cliente.
«Los operadores de telecomunicaciones entienden y han implementado estos sistemas para administrar las preferencias y los permisos del consumidor, lo que les da el control de sus datos personales y genera gran confianza. Su paso a un mercado de identidad digital puede garantizar un ecosistema estable, a la vez que garantiza la protección de los datos».
En la mayoría de los países, refirió el especialista, los operadores de telecomunicaciones tienen procesos bien establecidos para la verificación y la prueba de la identidad, a través de sus procedimientos de verificación de crédito en línea y sus tiendas físicas.
Por otro lado, los dispositivos móviles también tienden a estar altamente regulados, pues alrededor del mundo muchos gobiernos exigen el registro de la tarjeta SIM y, en algunos casos, se requiere que se lleve a cabo el registro de todos sus suscriptores.
«En la actualidad, hay 147 países en los que las políticas de registro de SIM están vigentes. En este grupo, el 11 por ciento (incluidos Bangladesh, Pakistán y Bahréin) permite a los operadores validar la identificación del cliente frente a una base de datos central del gobierno, y el 7.0 por ciento (incluidos Nigeria, India, Tailandia y Perú) requiere que utilicen datos biométricos».
Esto proporciona a los operadores la oportunidad de convertirse en una fuente de identidades digitales verificadas confiables, lo que brinda a los proveedores de servicios en línea y fuera de línea, así como a los retailers, seguridad sobre la identidad del individuo que desea acceder a su servicio.
Además, las empresas de telecomunicaciones ya están brindando una amplia gama de servicios a sus usuarios y han establecido capacidades de pago para monetizar las oportunidades comerciales. Esta plataforma de servicios se puede extender a otros servicios como la salud móvil (mHealth), la educación móvil (mEducation), los servicios financieros y las protecciones sociales, la economía colaborativa y otros.
«Estos servicios digitales se están convirtiendo en la corriente principal; por ejemplo, 92 países ya han desplegado servicios financieros a través de 277 servicios de dinero móvil en vivo, y no se detiene allí. Se han visto otros éxitos en otros lugares: SKT anunció que su solución de identidad ha sido adoptada por el 99 por ciento de los sitios web coreanos, lo que genera un ingreso anual de 40 millones de dólares».
Cuellar subrayó que con todos estos puntos en mente, está claro que la identidad móvil se convertirá en una parte central y crítica de la seguridad del ecosistema digital, y para hacer esto posible ya se ve a una industria que colabora y forma consorcios; mientras que los operadores, los bancos y otros actores trabajan con los gobiernos para definir el ecosistema.
«A medida que nos acercamos a la implementación, podemos esperar un aumento en el uso de soluciones dirigidas por los operadores para permitir la adopción del usuario final y alcanzar una masa crítica. Diferentes mercados están demostrando el enorme potencial y esperamos increíbles mejoras en los próximos años».
C$T-GM