En algunos países de América Latina, como Chile y Brasil, ya se dieron pasos importantes para el desarrollo de 5G; sin embargo, en México el mercado no está en condiciones de ofrecer a los operadores un entorno competitivo, equilibrado y sostenible, panorama que exige que el IFT realice una revisión “quirúrgica” en materia de competencia, advirtió Ana de Saracho O´Brien, directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista de Telefónica Movistar México.
“Tenemos un Agente Económico Preponderante (AEP) que tiene 71.62 por ciento de los ingresos del mercado móvil; que ha subido cuatro puntos respecto al 2017, lo cual quiere decir que la tendencia es que se está reconcentrando. Lo vemos nuevamente con los números que tenía en 2014 cuando inició todo este proceso de preponderancia, porque su mínimo histórico lo habría logrado en 2017”.
La ejecutiva recalcó que si ese mismo dato de ingresos del AEP en telecomunicaciones se analiza utilizando el Índice Herfindahl-Hirschma (IHH), “estamos hablando de una concentración de 5 mil 569 puntos de IHH, que creo es de los más altos del mundo”.
Además, las cifras muestran que, por ejemplo en 2019, aunque los competidores alcanzaron el mayor porcentaje de inversiones del mercado móvil, con 56 por ciento, y el preponderante 44 por ciento, hay gran diferencia en términos de ingresos: para los competidores significó 20 por ciento, mientras que para el preponderante sólo 6.5 por ciento.
“Lo que está pasando aquí es que si ponemos en la balanza esto, que son las cifras actuales sin 5G, porque estamos en 4G y esto es lo que ha venido sucediendo, entonces lo que vemos es que esto puede acentuarse totalmente si metemos a la ecuación el despliegue del 5G”.
Para asegurar que nadie se quede atrás, que la brecha digital no aumente y México no se quede varado en el proceso, se necesita de la intervención del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) como autoridad de competencia, que se haga una revisión “quirúrgica” para tener operadores sostenibles, no operadores saliendo del mercado o no pudiendo recuperar sus inversiones.
“Le toca al Instituto Federal de Telecomunicaciones como regulador sectorial y como regulador en competencia también, hacer las labores para plantar todo este camino y sembrar lo que se necesita y poder cosechar eventualmente en el futuro este 5G que todos anhelamos”.
Para Ana de Saracho, la creación del Comité 5G es una importante acción por parte del IFT, pero es necesario advertir la falta de una política pública clara para apoyar el avance hacia la tecnología de quinta generación, moldear un entorno competitivo y dar “tres vueltas a la tuerca en replicabilidad económica, técnica y en eliminación de barreras de uso de las ofertas”.
“No es un no, es un no en este momento, probablemente hasta que no se den las condiciones necesarias para que todos cuenten con el mejor ambiente competitivo para hacer esto posible en favor de los usuarios, del desarrollo del país y que siga siendo un tema de sostenibilidad para los operadores”.
Al coincidir con De Saracho, respecto a la alta concentración que enfrenta el sector de las telecomunicaciones, Daniel Ríos Villa, vicepresidente Adjunto de Asuntos Externos de AT&T México, contrastó el caso de México con el de Brasil.
“Es una licitación icónica y probablemente un gran ejemplo de lecciones aprendidas, pero que también nos habla de cómo está el mercado en Brasil, de cuál es esta estructura que tiene el mercado en Brasil, con tres operadores con posiciones más o menos balanceadas, todas por arriba del 20 por ciento que les permiten amortizar estas inversiones en el largo plazo”.
Sin embargo, reconoció que el caso de México es distinto, porque existe un problema estructural, con elevados niveles de concentración que no necesariamente permiten a los operadores de menor tamaño amortizar sus inversiones de largo plazo.
Y en cuanto a los retos que se ven para el despliegue de redes, Ríos Villa subrayó que será importante pensar en los “cuellos de botella” que generará la llegada de la quinta generación móvil.
“Esta tecnología va a convivir con 4G y 3G no es una tecnología que va a estar aislada, por lo cual comparte mucha de esta infraestructura, sobre todo la que está relacionada con la fibra a los sitios, y por lo cual 5G no necesariamente puede nacer así nada más en competencia; va a ser muy importante poder reducir y eliminar los cuellos de botella que tenemos históricos y que venimos jalando del pasado y del propio desarrollo de otras redes”
En el mismo foro, Maryleana Méndez, secretaria General de la ASIET, reconoció que si bien es necesario trabajar en los viejos problemas para preparar a la región para los nuevos retos, el despliegue de 5G no se trata de una competencia de velocidad, sino de hacerlo mejor y de prepararse bien como país.
La reciente licitación de Brasil, sostuvo, es un buen ejemplo, pues no tuvo un objetivo recaudatorio, sino que la mayor parte de ese espectro se va a convertir en inversiones y cobertura de obligación, con infraestructura combinada, conectividad de escuelas y cobertura de carreteras principales, además con elementos asociados al despliegue de 4G.
“Creo que de todas y cada una de las licitaciones que ya se han realizado debemos tener lecciones aprendidas, pero la principal es que esto es una oportunidad para asignar obligaciones para seguir conectando a los no conectados y conectar mejor a los ya conectados”.
C$T-GM