Más allá de que exista la infraestructura o la cobertura de servicios de telecomunicaciones necesaria, la brecha digital que aún padecen millones de personas se centra en gran medida en un fenómeno: la pobreza, pues “si no tengo para tortillas y frijoles, menos voy a tener para una recarga telefónica”, advirtió José Otero, vicepresidente para América Latina y el Caribe de 5G Américas.
En países como México, la precariedad económica es un obstáculo para acceder a servicios de telecomunicaciones, lo que implica la incapacidad técnica para recibir información vital, pero también para ejercer derechos como el acceso a la educación y la salud, como se evidenció en la pandemia.
Es fundamental considerar que la falta de conectividad no es un problema de las ciudades, donde se concentra el 89 por ciento de la población, sino que se agudiza en las áreas rurales en las que vive el 44 por ciento de la población mexicana. que según el Ceneval vivía en pobreza en 2020, es decir, alrededor de 56 millones de personas.
Más aún, entre dos tercios y tres cuartos de la población mexicana, durante la pandemia no pudieron recibir de manera eficaz la información de cómo protegerse, pues carecían de teléfonos con la tecnología necesaria para descargarla.
“De hecho, un tercio de los mexicanos no puede acceder a los códigos QR de las cartas de los restaurantes, porque la tecnología de sus dispositivos no lo permite; eso es brecha digital”, advirtió.
Además, las políticas públicas entran en contradicción extrema, cuando por un lado desde 2013 el acceso a las telecomunicaciones se considera un derecho humano, pero al mismo tiempo, la industria que provee este tipo de servicios enfrenta altísimos costos por el uso de un insumo esencial: el espectro radioeléctrico.
De ahí que es vital contar con un plan de país a largo plazo para saber cuestiones básicas como metas de conectividad, cómo fomentar la demanda, la mejor forma de usar la tecnología para avanzar hacia una transformación digital que haga más eficiente a toda la economía en su conjunto, incluyendo a las áreas rurales.
Sobre este particular, Claudia Salinas, coordinadora de Relaciones Institucionales de MCM Telecom, advirtió que el despliegue de fibra óptica, permitirá mejor comunicación con centros de salud, escuelas y negocios en zonas marginales, pero esto sólo se puede lograr con la colaboración entre de diferentes actores.
En complemento a ello, Isaías Alegría, director de ingeniería y operaciones de Vivaro, señaló que la seguridad es un factor que no se puede pasar por alto cuando se habla de los retos en materia de conectividad y brecha digital.
Y es que hay sitios donde no es posible garantizar la seguridad de quienes instalan o dan mantenimiento a la infraestructura de telecomunicaciones, e incluso, existen zonas donde las condiciones son tales, que la población no puede salir, lo cual sin lugar a dudas influye en la demanda de servicios.
Durante el panel “Cobertura, conectividad y crecimiento de la banda ancha ¿cómo será la brecha digital en la era 5G?”, realizado en el contexto del foro Conecta México, Israel Madiedo, director de innovación y tecnología de IZZI, señaló que para cerrar estas brechas es necesaria la colaboración entre la industria y la convergencia entre tecnologías de acceso.
Esto último es clave para la población, pues al final, a la gente no le importa si está conectada a través de fibra óptica, microondas o satélite; lo que le es realmente relevante es tener acceso a un servicio y que éste sea de calidad.
Y precisamente en torno a la necesidad de dar servicios de telecomunicaciones en lugares apartados, Marcos Duarte, gerente general de Hughes México, coincidió en que la brecha digital no pasa necesariamente por un tema tecnológico, sino también por el económico.
De hecho, dijo, su empresa provee servicios de comunicación vía satélite a bajo costo para localidades donde no hay otra forma de conectividad, justo porque las familias no pueden pagar otros servicios y los prestadores de servicios no encuentran rentable ofrecerlos.
En conclusión, los panelistas coincidieron, que si bien es cierto que una mezcla de infraestructura es necesaria para garantizar servicios, también es verdad que todavía hay una brecha digital que se asocia con la pobreza y con la falta de acceso en algunas zonas, sin descuidar el hecho de que se debe fortalecer la seguridad en todo el país.
C$T-GM