La evidente importancia del desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), frente a la cuarta revolución industrial y durante los 16 meses de pandemia, ha propiciado que un porcentaje importante de países de América Latina y el Caribe asuman con responsabilidad la conformación de una agenda digital, sin embargo, también destacan los casos como México que aún no desarrollan este prioritario trabajo.
En un análisis reciente, se detectó que de 27 países de América Latina y el Caribe, hoy 16 cuentan con agendas digitales vigentes y en implementación, mientras que 11 requieren una reforma o actualización en este ámbito, como es el caso de naciones como Barbados, Ecuador, El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua, Venezuela y México.
De acuerdo con el informe Tecnologías digitales para un nuevo futuro. Agenda Digital para América Latina y el Caribe 2022, países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Guatemala, Panamá, Perú, entre otros, registran agendas digitales nacionales en implementación.
Resulta relevante que en la gran mayoría de los países del Caribe de habla inglesa cuentan con agendas digitales cuyos plazos originales ya se sobrepasaron y requieren una revisión, refiere la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
“En algunos países, las agendas están integradas en los planes nacionales de desarrollo. Pese a que estos planes han prestado atención a las políticas en materia digital, sin embargo, la relación entre ambos instrumentos no siempre es clara y varía entre países” explica el estudio.
Ante un escenario de crisis donde internet y las tecnologías asociadas se han convertido en instrumentos esenciales para continuar con las actividades económicas y sociales, las políticas digitales adquieren una renovada urgencia y relevancia, tanto para potenciar las oportunidades que se presentan, como para reducir los efectos adversos.
El documento destaca cómo la pandemia ha puesto de manifiesto nuevamente la importancia del Estado y de sus instituciones para proteger los derechos de los ciudadanos y asegurar las necesidades básicas en materia de educación, salud y trabajo.
La actual coyuntura es el momento para un cambio de políticas en materia digital, pasando de políticas de la sociedad de la información a una agenda de desarrollo, basadas en la transformación digital, es decir, «es el momento para avanzar hacia una nueva era de agendas digitales”.
«Incluso en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información de 2003 y de 2005 se hizo un llamado a adoptar las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) como herramientas de desarrollo”.
Esto impulsó a los países a trabajar en la definición de las agendas de la sociedad de la información, centradas principalmente en la reducción de la brecha digital y en el impulso al gobierno electrónico, así como en la concientización sobre las posibilidades que ofrecen esas tecnologías sobre todo en los ámbitos de la salud y la educación.
El entusiasmo de los primeros años llevó a ajustes institucionales para su implementación; sin embargo, con el transcurso del tiempo esas agendas perdieron prioridad en el debate y en las acciones de política, destaca el informe.
El estudio indica que el éxito de las agendas digitales dependerá de factores institucionales y organizacionales, especialmente vinculados a la formulación de políticas intersectoriales, al establecimiento de prioridades estratégicas, a la coordinación multisectorial, al financiamiento, a la aplicación de incentivos, a la adaptación de los marcos regulatorios y legislativos, y a la aplicación de instrumentos de medición y seguimiento.
Gran parte de las iniciativas de desarrollo tecnológico digital son llevadas adelante por gobiernos locales en proyectos sobre movilidad, seguridad e innovación en el marco de las estrategias de ciudades inteligentes. Por otra parte, existen iniciativas lideradas por ministerios sectoriales en materia de educación, salud y gobierno.
“El marco regulatorio también es disperso y recae en diversas autoridades. Por ello, para aprovechar la transformación digital se requiere una mayor coordinación de las agendas y de los planes según los ocho ejes planteados en el diagrama”.
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