Contribuirá a «desintoxicar»espacios digitales.
Entender los fenómenos de la vida online y democratizar el acceso a la información, con pluralidad, además de contribuir a la alfabetización digital ciudadana, son algunos de los objetivos de TlatelolcoLab, un laboratorio digital que analizará los fenómenos socio-digitales, coyunturas y eventos clave del debate público en México.
El proyecto del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con el Conacyt, se basa en cuatro ejes de trabajo: Investigación multicapa y multiplataforma; ciencia ciudadana, formación y divulgación.
Uno de los productos es Caracol Ciudadano, que mediante la visualización de datos muestra las tendencias y cuentas de Twitter involucradas con diversos temas expuestos en esta red social. Por ejemplo, el conteo de tweets, retweets, respuestas y citas, así como palabras utilizadas, hashtags e imágenes compartidas. Otros más son los informes de coyuntura, estudios de caso e informes anuales sobre democracia digital.
En la presentación del proyecto, Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR), destacó el esfuerzo para contar con un espacio público de reflexión que sea más flexible que el modelo académico tradicional, que además combine la investigación académica con la comunicación digital y se sume a la estrategia de contenidos y aplicaciones de mensajería como WhatsApp, por donde también llega la «infodemia», así como hacer estudios de casos regionales.
La coyuntura de 2020 con la pandemia, ha sido la más desafiante, trae un cambio civilizatorio con un lado positivo, pero también uno oscuro, y desde el SPR se detectó que una parte de ese lado fue la generalización del miedo y la manipulación de usuarios de redes sociales, fenómeno que ya se presentaba desde 2016, pero que durante la crisis sanitaria ha tenido una progresión.
“El ciberespacio, lo tenemos que desintoxicar. Esto no significa censura, estoy en contra de cualquier proyecto que busque control, censura, manipulación o censura previa, pero sí estamos en favor de un nuevo ecosistema digital”.
Invitada a la presentación virtual, Blanca Lilia Ibarra, comisionada presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), destacó que la iniciativa promueva el diálogo abierto y horizontal, porque esto puede aumentar la confianza de las personas en los contenidos que están consumiendo, y que éstos sean sometidos al escrutinio, discusión y participación de la ciudadanía.
La titular del INAI también consideró relevante desintoxicar el espacio digital, inyectar nuevas ideas que fortalezcan la comunicación digital en un momento tan crítico de desinformación masiva, así como la alfabetización digital, para que así los ciudadanos sepan distinguir las noticias buenas de las falsas y tomar mejores decisiones.
Asimismo, subrayó que con la expansión de plataformas digitales es necesario recalcar “la importancia que tiene del uso de los datos, la información pública o la evidencia para explicar los fenómenos relacionados con la cultura política y la democracia que va surgiendo cotidiana e intempestivamente”.
En este tema coincidió Clara Luz Álvarez, investigadora y experta en telecomunicaciones y derechos de las audiencias, para quien el laboratorio digital, un proyecto que calificó como de investigación práctica, contribuirá a la tan necesaria y ausente alfabetización mediática de los ciudadanos, que son objeto de los “bombardeos” de información y desinformación, esta última considerada en Reino Unido como una amenaza potencial a la seguridad nacional y como la cuarta forma de espionaje.
Si bien reconoció que las problemáticas que se analizarán no son nuevas, puesto que siempre han existido fenómenos de desinformación, polarización de la ciudadanía, discurso de odio o reglas inequitativas del juego, en la actualidad existe un escenario diferente, con grandes desafíos como dar voz a cada cibernauta, una de las promesas del internet, y así evitar que se “aislen” ante el “bombardeo”.
“La existencia del ciberespacio y que las telecomunicaciones permiten difundir 24 horas al día, 365 días del año, a través del celular y otros dispositivos que están al alcance de la mayoría de los mexicanos hace indispensable la investigación, análisis y difusión de información y contenidos que fortalezcan el diálogo democrático y la participación ciudadana”.
En el mismo sentido, Ulrich Richter Morales, abogado especialista en redes, recalcó es importante este proyecto, porque vivimos ante un ecosistema digital en la era del ciudadano digital, que necesita de un mayor fomento de la democracia y participación ciudadana.
En representación de la titular, María Elena Alvarez-Buylla, Rubén Jiménez Ricárdez, titular de la Unidad de Planeación, Comunicación y Cooperación Internacional del Conacyt, aseveró que analizar el impacto de las redes sociales es indispensable, sobre todo en un momento en el que las mentiras proliferan, pues “sin esclarecer el panorama de la comunicación en México será muy difícil avanzar en el fortalecimiento de la democracia que vamos conquistando paso a paso”.
En el mismo sentido se pronunció Julián Macías, director del portal Pandemia Digital, quien subrayó la unión de la democracia y la ciencia en este proyecto, que en su opinión no pudo haber llegado en un mejor momento que en el actual, porque se convertirá en un canal para que la sociedad participe y sea protagonista del debate público.
En su exposición, la activista Haydeé Quijano, de SocialTIC, subrayó que este laboratorio es valioso por su rol esclarecedor, para entender el debate público, crear otras narrativas, otro tipo de conversaciones, pero sobre todo para que estas lleven a crear una solución y a la transformación de la realidad.
La apuesta a las conversaciones plurales es un acierto, enfatizó la activista, quien insistió en que a partir de ahí se deben cuestionar las narrativas dominantes y crear soluciones. “Nunca habíamos visto tanta información y tantas expresiones que hay en internet, que se están centrando de alguna manera, pero están ocupando tanto ancho de banda no sólo física, sino también mental, diría, que es difícil procesarla”.
C$T-GM