Necesario evitar debilitamiento del IFT.
Empezar por el final no es una buena idea y menos aún cuando se trata de establecer una regulación en el dinámico ecosistema digital en el que millones de personas interactúan, se informan, obtienen conocimiento, entretenimiento y ejercen derechos a través de las redes socio-digitales; sin un análisis profundo y un debate responsable, la regulación digital puede generar más problemas que soluciones.
“El punto positivo es que por fin se está discutiendo el tema, es increíble cómo habíamos estado ausentes de esto que es tan importante. Me preocupa que se haga de una manera tan cerrada porque hay muchos vasos comunicantes que no se han establecido y no hay diálogo entre muchos grupos y además se está tratando de empezar por el final, porque todavía no sabemos cuáles son las cosas que le preocupan a la sociedad, las prioridades, y ya se está proponiendo una regulación sin haber entrado seriamente al debate”, dijo Elena Estavillo, directora general del Centro-i para la Sociedad del Futuro.
En opinión de la especialista en competencia, regulación y ecosistema digital, es necesario “dar dos pasos atrás” para iniciar un proceso de aprendizaje y análisis como el que se ha realizado en diversos países que han avanzado en la regulación de redes sociales a partir de un estudio profundo de la situación, mediante foros, publicaciones de libros blancos en materia de temas clave como los procesos democráticos, privacidad y competencia, entre otros.
“Tenemos que dar dos pasos antes sin sujetarnos a las fronteras que establece esta propuesta (del senador Ricardo Monreal) porque no tiene muchos temas sumamente importantes, es una agenda bastante incompleta de las cuestiones que atañen al mundo digital. En otros países obviamente no empezaron así, sino por un análisis de la situación… algunos países han ido haciendo propuestas de regulación pero nosotros nos estamos pasando la etapa del análisis y esto no va a tener un buen fin… tal como se está planteando podemos cometer graves errores”.
El IFT, una pieza clave.
Tanto el borrador de iniciativa que el senador Ricardo Monreal presentó recientemente para regular las redes sociales, como la iniciativa que el diputado Javier Hidalgo promueve en la cámara baja para crear una ley de protección al usuario digital y el proyecto que plantea revivir el Registro de Usuarios de Telefonía Móvil, tienen en el centro al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), un ente regulador que desde la perspectiva del Ejecutivo debiera enfrentarse a un rediseño.
Al respecto, Elena Estavillo opina que aunque los compromisos internacionales que México tiene firmados lo obligan a tener un organismo regulador independiente en el sector telecomunicaciones, si no existe la sensibilidad sobre la importancia de mantener y fortalecer a una institución de este tipo, el riesgo de debilitarlo en términos de capacidad y margen de actuación, es latente.
El presupuesto del IFT, sostuvo la también ex-comisionada de este órgano regulador, es un tema fundamental en el análisis de sumar nuevas facultades, pues una baja aún mayor en los recursos económicos que maneja sería un motivo de preocupación en un contexto donde se pretende que tenga nuevas tareas. “En estos años ha habido temas que se han dejado de lado, y no es por falta de trabajo. En el IFT se trabaja intensamente y se dan muchos resultados pero son tantas las tareas que lamentablemente algunas han quedado pendientes”.
Nuevas comisionadas y sus comparecencias.
Esta semana, Sayuri Adriana Koike Quintanar y Laura Elizabeth González Sánchez comparecerán ante las Comisiones Unidas de Comunicaciones y Transportes; y de Radio, Televisión y Cinematografía del Senado de la República, como parte del proceso de ratificación para ser comisionadas del IFT.
“Las candidatas recibirán preguntas y cuestionamientos, que en otros casos hemos visto que son amables pero serios, no creo que hayan tenido un formato de sólo pasar un requisito formal, he escuchado cuestionamientos interesantes de fondo para lo que sí se tienen que preparar las candidatas, tienen que ir muy bien documentadas y con ideas muy claras a los cuestionamientos de los Senadores”.
Con relación a la “fotografía” del Pleno a partir del 1 de marzo próximo, cuando el comisionado Mario Fromow concluya su encargo en el IFT, Elena Estavillo comentó que si bien es cierto que la ausencia de integrantes en este órgano colegiado no pone en riesgo las actividades, tampoco es sano que se postergue aún más la decisión de quiénes ocuparán las vacantes.
“Los temas que ve el IFT son muy amplios, requiere de muchas especialidades, muchos puntos de vista y tener un Pleno con menos integrantes de los que debería tener sí limita la deliberación, las capacidades colegiadas de hacer un análisis profundo de los casos, no porque los comisionados actuales no tengan la capacidad, por supuesto que la tienen, pero nadie puede tener un perfil con la visión y la experiencia que abarque todas las especialidades y por eso es tan necesario que estén presentes esas distintas cabezas para que de manera colectiva puedan hacer un mejor análisis de los casos”.
C$T-GM