La IA y la automatización deben ser parte de la estrategia.
Más allá de proteger dispositivos móviles y electrónicos, la ciberseguridad ha evolucionado hacia la necesidad de cubrir también a las personas que utilizan la tecnología, un cambio de paradigma importante si se considera el complejo entorno digital en el que se desenvuelven, los altos índices de ciberataques generados especialmente durante la pandemia y el rol que juegan las redes seguras.
En opinión de Erick Armas, AVP de Seguridad de la Red de AT&T en México, los especialistas en ciberseguridad enfrentan desafíos importantes en el nuevo escenario marcado por una contingencia sanitaria sin precedentes en la que ataques como el malware se popularizaron aprovechando la necesidad de las personas de informarse sobre el COVID-19.
“Ahora bien, existe una división en dos grandes rubros, uno es el tráfico móvil malicioso y el otro es lo que hace la señalización de un dispositivo móvil. Cuando una persona se conecta a la red pasa por una validación de señalización que lo reconoce como usuario de AT&T y que habilita la capacidad de ancho de banda que le permite conectarse con lo que más quiere”.
Uno de los principales retos frente a esto es la cantidad de personas que se conectan en sus dispositivos móviles a redes no seguras sin que sea posible monitorear esa actividad, “es por esto que la recomendación más importante para los usuarios es conectarse a redes seguras, con el respaldo de una compañía como AT&T que ofrece conectividad altamente segura a más de 19 millones de usuarios de servicios móviles en México”.
En este contexto, señala Erick Armas, los esquemas de Inteligencia Artificial (IA) y automatización con información en tiempo real que permiten identificar patrones de comportamiento humano que puedan derivar en ciberataques, representan una pieza estratégica en la tarea de proteger la información.
“Nuestro equipo de expertos de ciberseguridad ha desarrollado esquemas de IA y automatización con información en tiempo real que permiten identificar patrones de comportamiento humano que puedan derivar en ciberataques. Los datos analizados diariamente a través de la red de AT&T en México representan casi 5 mil terabytes de información, en promedio (un terabyte es equivalente a 200 días de video en streaming)”.
Un ecosistema digital desafiante como el que enfrentan usuarios y empresas requiere talento humano que sepa, de inicio, trabajar en equipo, pues pensar que los hackers trabajan solos sería una ingenuidad, la realidad es que operan de manera muy coordinada para poder lanzar ataques a nivel global; son múltiples organizaciones operando en conjunto.
Entre las habilidades que el ejecutivo considera más relevantes se encuentran el liderazgo positivo y perseverante, resiliente, flexible y saber dar continuidad; tener objetivos y metas profesionales bien definidas. “Los expertos en ciberseguridad son personas buenas en el análisis de la criminalidad y los esquemas de ataque, pero con una ética y gama de valores profundos, lo que los mantiene del lado bueno de la batalla”.
C$T-GM