Olfato el sentido más vinculado con la memoria
Por vez primera un equipo de investigadores coordinado por el mexicano Pablo Meyer Rojas, del Centro de Biología Computacional de IBM en Yorktown Heights, de Nueva York, desarrolla un modelo para predecir los olores de las estructuras moleculares cuya funcionalidad es proporcionar conocimientos fundamentales sobre cómo el cerebro los percibe y construye recuerdos más profundos y conexiones con determinada marca o producto.
Las investigaciones responden al Desafío de Predicción Olfativa Dream y más allá de esta comprensión biológica fundamental, la capacidad de hacer una ingeniería de los olores diseñando moléculas, son un avance tecnológico de suma importancia para el mercado global de sabores y fragancias que se prevé alcance los 57 mil 400 millones de dólares (mdd) para el año 2025.
En el desafío, más de 20 equipos globales del sector académico y organizaciones de investigación corporativa, trabajaron para entender cómo predecir los olores, los participantes utilizaron el dataset psicofísico olfativo más grande del mundo basado en Rockeller University.
Estos datos se extrajeron de 49 personas que olieron 476 moléculas puras y debieron clasificar su olor junto con 21 características olfativas diferentes, tales como intensidad, placentero, dulce, olor a ajo, a pescado, a flores, etcétera para producir una “clasificación perceptual”.
Los equipos desarrollaron algoritmos y modelos para predecir la correspondencia entre la calificación perceptual de cada voluntario y una molécula dada; los resultados iniciales mostraron que se puede predecir no solo cómo será percibido el olor de una molécula en todo el grupo de individuos, sino también a qué olería la molécula según cada persona específica.
Estos resultados no sólo representan un gran paso para resolver el gran reto de comprender el olfato, sino un hito en la neurobiología del olfato, pues los modelos predictivos podrían guiar el diseño de nuevas moléculas para los campos de perfumería, ciencia de los sabores u otras aplicaciones industriales.
Según un informe de Research and Markets, se estima que el mercado global de Sabores y Fragancias crecerá a un ritmo de 7.0 por ciento en la próxima década y alcanzar un valor de 57 mil 400 millones de dólares hacia el 2025.
Si bien los sabores y las fragancias solo representan del 1.0 al 5.0 por ciento del costo de un producto terminado, son uno de los diferenciadores clave en la elección de productos que hacen los consumidores pues el olfato es el sentido más fuerte vinculado con la memoria y la emoción. La combinación de aromas únicos con experiencias de productos construye recuerdos más profundos y conexiones con la marca, promoviendo la fidelidad a largo plazo y las ventas.
Más allá de los aromas de productos individuales, los olores ambientales en un entorno de compras también demostraron influir en el comportamiento de los consumidores. Un estudio extraído de Journal of Marketing, señala que está demostrado que la “temperatura” de los aromas en una tienda tiene un efecto potente en qué y cuánto compran los consumidores.
Los clientes que olieron fragancias “cálidas” (como canela) tenían más probabilidad de comprar artículos que consideraban que elevaban su status personal, en cambio los que olieron aromas “fríos” o no olieron ningún aroma, compraron en menor medida.
Sin estar limitado al desarrollo de sabores de alimentos, el mismo enfoque se adopta para la creación de nuevos sabores y olores en productos de consumo, como productos de limpieza y de higiene personal. Y ni qué hablar de enólogos, baristas y perfumistas, quienes probablemente necesiten el sentido del olfato más exquisito para calificar vinos, elegir granos de café o desarrollar nuevas fragancias.
Al aplicar un enfoque predictivo se puede acortar el tiempo que lleva crear olores nuevos o a medida. Comprender el olor a nivel molecular permite tener un “dial de aromas”, para graduar olores o sus componentes, según preferencias personales.
C$T-EVP