En la era digital es fundamental redoblar esfuerzos para que las personas conozcan el derecho a la portabilidad, así como hacer un análisis sobre cómo se garantiza este derecho en la era digital, pues de acuerdo con una reciente encuesta, se registra una ligera disminución del número de sujetos obligados que tratan datos vía electrónica, aseguró Carmen Quijano Decanini, abogada especialista en protección de datos personales.
“En la última encuesta que se hizo sobre este tema por parte del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso al Información y Protección de Datos Personales (INAI) hay una disminución entre los sujetos obligados que contestaron y entre los sujetos obligados que dijeron que ya hacían valer la portabilidad”, expuso en el seminario “Los Retos de la Portabilidad de los Datos Personales”.
La portabilidad de datos personales tiene por objeto que el titular solicite una copia de sus datos personales que hubiera facilitado directamente al responsable, en un formato estructurado y comúnmente utilizado, que le permita seguir utilizándolos y, en su caso, entregarlos a otro responsable para su reutilización y aprovechamiento en un nuevo tratamiento.
En el año 2019, detalló la experta, el 30 por ciento de los responsables trataban datos personales vía electrónica en un sistema automatizado y de ellos el 48 por ciento permitía a los titulares la portabilidad de sus datos, derecho que se incluyó en la Ley Federal de Protección de Datos en Posesión de los Sujetos Obligados.
Sin embargo, en comparación con el año 2020 se observó una disminución del 6.67 por ciento de responsables que tratan datos vía electrónica; mientras que el porcentaje de ellos que permiten que los titulares transmitan su información a otro sistema en un formato electrónico se redujo también en 6.25 por ciento.
“Es mínimo. Es probable que sea también una cuestión meramente de estadística y de cómo se respondió la encuesta, pero me parece que es súper valioso tomar en cuenta este resultado para cuestionarnos qué fue lo que pasó ahí”.
En el evento virtual organizado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) se pronunció por llevar a cabo una valoración de los datos que resultaron de dicha encuesta, sobre todo porque en la actualidad se usan cada vez más los sistemas electrónicos.
“Es poco lógico que en un año se disminuya el uso del sistema automatizado. Me parece que se podría hacer ahí una valoración, dar seguimiento a lo que salió a esta respuesta, para poder continuar con el esfuerzo que hemos hecho hasta ahorita y que seguiremos haciendo para que esté derecho sea eficaz”.
Quijano Decanini consideró como natural que el artículo 10 de los Lineamientos de Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados, que se emitieron en 2018, no obligue a hacer efectivo el derecho de la portabilidad cuando no se utilicen sistemas electrónicos para almacenarlos.
Sin embargo, aún cuando el sujeto obligado no cuente con tecnología suficiente para conservar este tipo de datos, “como Estado deberíamos estar muy enfocados en hacer posible este derecho en virtud de la era digital en la que estamos viviendo”.
“En ese sentido sería muy importante continuar, especialmente el órgano regulador federal, haciendo estas encuestas, medidas de verificación, para ver por qué o cómo los titulares en esta era de la red semántica todavía seguimos utilizando sistemas no automatizados; ese sería un punto y después sería ver cómo se hace interoperable con los demás sistemas”.
Ramiro Camacho, comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), aseguró que la portabilidad de datos en el ecosistema digital, tiene dos grandes retos; uno representado por los desafìos técnicos para lograr la interoperabilidad de los sistemas de resguardo, así como protocolos y procedimientos que respeten los derechos de los involucrados, y evitar riesgos para la competencia económica en mercados de servicios digitales.
Es decir, forman parte de los desafíos técnicos el contar con un mecanismo digital efectivo, seguro y eficiente para recabar el consentimiento para la portabilidad de datos de los usuarios; diseñar la portabilidad de datos para su uso específico entre instituciones; la viabilidad técnica en el resguardo y garantizar la seguridad de los datos, la homogeneidad en el formato, así como la interoperabilidad e interconexión.
El otro de los retos que se tienen, de acuerdo con el comisionado, es en materia de competencia económica, para concretar los beneficios potenciales o evitar los riesgos también potenciales en los mercados de servicios digitales, ya que se podría establecer un posible poder sustancial y abuso de dicho poder.
“Cuando una red social o plataforma de comercio electrónico alcanza una masa crítica de usuarios, generalmente tiene acceso a grandes volúmenes de datos de esos usuarios cuyo uso le facilita crecer aún más, incluso al extremo de adquirir poder sustancial de mercado”.
De ahí la importancia de que con la portabilidad se fomente la competencia y se reduzca la capacidad de los agentes establecidos de limitar la entrada de nuevos oferentes de servicios; la libre elección de los consumidores, y balancear estos riesgos con incentivos a las inversiones y a la innovación; los costos de cambio (switching costs) y candados de salida (lock-in) y la portabilidad bajo la Ley Federal de Competencia Económica.
C$T-GM