Con su proximidad geográfica, un fuerte sector manufacturero y condiciones favorables para el comercio, México está listo para aprovechar la reconfiguración de la industria de chips y las oportunidades que abre la ley de fomento a la ciencia y la cadena de semiconductores, conocida como CHIPS and Science bill, que tiene como eje reubicar la fabricación de estos componentes necesarios para la elaboración de dispositivos como teléfonos celulares, computadoras y automóviles.
“México está listo para complementar la industria de semiconductores de Estados Unidos y su cadena de suministro y como ejemplo, el anuncio reciente de Tesla para una gran inversión. Se puede confirmar que estamos listos para continuar complementando las industrias de América del Norte y sus cadenas de suministro”, destacó Gerardo Lameda, jefe de la Sección de Cooperación y Educación de la Embajada de México en Estados Unidos.
Al participar en el panel “El momento de los semiconductores en Norteamérica”, organizado por la Arizona State University, el funcionario dijo que México es un aliado confiable y competitivo que cuenta con lo necesario para ayudar a complementar la industria de semiconductores en América del Norte.
Y es que, a raíz de las disrupciones causadas por la pandemia de COVID-19, que afectaron desde automóviles y televisores hasta sistemas de defensa, se evidenció la dependencia de América del Norte en chips fabricados en el este de Asia.
En respuesta, Estados Unidos decidió destinar 52 mil millones de dólares, a través de la Ley de Chips y Ciencia, para reubicar la producción de semiconductores, conocidos como microchips, y que son necesarios en la fabricación de dispositivos digitales o electrónicos, como teléfonos celulares, computadoras y automóviles.
“La competitividad de muchas industrias va a depender de la industria de semiconductores, así como de su cadena de suministro. Los semiconductores son los cimientos de la economía digital y América del Norte necesita con urgencia poder crear un ecosistema para que la industria no dependa de otras regiones de crecimiento”, dijo Lameda.
Es evidente, apuntó, que no hay un sólo país en el mundo que por sí mismo tenga un proceso integral de semiconductores, por lo que muchas naciones se han especializado en diferentes procesos de la producción en las diferentes etapas de la cadena de suministro.
Ante la complejidad de que Estados Unidos pueda desarrollar todos los procesos de producción de semiconductores por sí mismo en el corto plazo, es claro que necesita socios confiables y aliados.
“Aquí es donde México ejecuta un papel tan importante. Es un aliado competitivo que ayuda a complementar la industria de semiconductores en América del Norte. Somos socios clave para Estados Unidos y tenemos relaciones bilaterales fundamentales desde hace décadas. Con el paso de los años, México ha desarrollado una plataforma de manufactura y exportación en las industrias relevantes, así como otros productos”.
En este contexto, sostuvo, es importante recordar que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, cuenta con un marco legal confiable que proporciona certidumbre a los negocios, al comercio y a la inversión.
“Tenemos ubicaciones y proximidades estratégicas para las instalaciones de semiconductores clave en los Estados Unidos, por ejemplo, en Arizona, Texas y California. México ha desarrollado una infraestructura efectiva, así como conectividad en una de las fronteras más difíciles en el mundo en cuanto al comercio y también a las aduanas… Probablemente nadie entiende mejor que México, la forma americana de hacer negocios”.
Por su parte, Rina Pal-Goetzen, directora de Política Global de la Asociación de la Industria de Semiconductores de Estados Unidos, refirió que aunque los semiconductores fueron inventados en Estados Unidos hace más de 60 años, en la actualidad el país cuenta con sólo 12 por ciento de la capacidad de producción global, cuando en 1990 su participación era del 37 por ciento.
Esto se debe a incentivos gubernamentales ofrecidos por seis competidores clave, lo que se hace evidente en el hecho de que tres cuartas partes de la confección de chips en el mundo, se concentra hoy en día en el este de Asia; más aún, se proyecta que China sea el productor más grande hacia 2030, debido a las inversiones tan masivas de su gobierno en este sector.
“Para que nuestro país tenga éxito en el futuro necesitamos continuar liderando el mundo de la tecnología de semiconductores, pero no podemos hacer esto solos, necesitamos asegurarnos que la cadena de suministro involucre a nuestros socios, que tienen experiencia clave”.
C$T-GM