3. Duck Hunt
¿Quién no recuerda ese perrito que se burlaba de ti al no poder disparar de manera correcta? En este clásico de NES, no sólo tus pulgares jugaban, sino también tus brazos y sentido del espacio al tener que calcular un movimiento preciso y evitar que, patos o discos, burlaran tus disparos (ningún animal salió dañado al realizar este videojuego)