En la era digital actual, la Inteligencia Artificial (IA) está transformando diversos sectores, y la educación no es una excepción. Al igual que Internet revolucionó la forma en que accedemos y compartimos información en la década de 1990, la IA tiene el potencial de transformar radicalmente el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Para los docentes, la IA ofrece una valiosa herramienta que facilita la preparación de clases, el diseño de actividades innovadoras y la enseñanza de idiomas, entre otras tareas. Para los estudiantes, esta tecnología representa una oportunidad única para personalizar y optimizar su aprendizaje.
Los sistemas de IA pueden adaptar el contenido y el ritmo de enseñanza a las necesidades individuales de cada estudiante, proporcionando retroalimentación inmediata y apoyo personalizado.
Lo que distingue a la IA de otras herramientas educativas es su capacidad para proporcionar datos en tiempo real, interacción inmediata y experiencias inmersivas que van más allá del diseño instruccional tradicional.
Sin embargo, existe la preocupación de que la IA pueda tener un impacto negativo en el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes, al delegar tareas a las máquinas. Es crucial destacar que la IA no reemplaza al docente ni al pensamiento crítico, sino que los complementa.
La IA es falible. Los algoritmos de IA se basan en datos proporcionados por humanos, los cuales pueden ser sesgados o incompletos. Por lo tanto, es fundamental que los educadores transmitan a sus estudiantes tanto los beneficios como los riesgos de la inteligencia artificial, y que promuevan el uso ético y responsable de estas herramientas.
En este contexto, la transformación digital de la educación requiere docentes preparados para aprovechar al máximo las herramientas tecnológicas como la IA.
En México, se han realizado esfuerzos importantes para modernizar la educación, pero aún queda mucho por hacer para equipar a los docentes con las habilidades y el conocimiento necesarios para integrar la IA de manera efectiva en sus prácticas educativas.
En el año 2020, la Secretaría de Educación Pública lanzó la Agenda Digital Educativa cuyo objetivo era la incorporación de las tecnologías como Robótica, Inteligencia Artificial, Realidad virtual y aumentada, y otras, en el proceso de enseñanza-aprendizaje en todos los niveles educativos a través de 5 eje rectores:
- Formación docente, actualización y certificación profesional en habilidades, saberes y competencias digitales
- Construcción de una cultura digital: alfabetización, inclusión y ciudadanía digitales
- Producción, difusión, acceso y uso social de recursos educativos digitales de enseñanza y de aprendizaje.
- Conectividad, modernización y ampliación de la infraestructura TICCAD.
- Investigación, desarrollo, innovación y creatividad digital educativa.
Otro buen ejemplo de cooperación para la educación entre gobierno e industria fue desarrollado por la USICAMM (Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros) y Huawei México.
En el año 2022 implementaron el Curso de Habilidades Digitales donde participaron 136 mil 406 aspirantes en el proceso de admisión como profesores. El curso de Educación Básica comprendía tres elementos, que debían completarse en su totalidad:
- Cursos Fundamentos de Tecnologías
- Innovación educativa digital: Ciclo de Masterclass TICADD
- Curso de Tecnología para la Enseñanza
En estas tres áreas, los candidatos tuvieron que completar diferentes temas tal como las bases de Inteligencia Artificial.
Ya hay un camino trazado, ahora le toca, principalmente al Ejecutivo Federal, implementar y seguir construyendo puentes de colaboración con la industria y academia. La Inteligencia Artificial tiene el potencial de transformar la educación en México, ofreciendo nuevas oportunidades para personalizar el aprendizaje, mejorar la eficiencia y desarrollar las habilidades necesarias para el futuro.
Sin embargo, es crucial que la implementación de la IA se realice de manera ética y responsable, con el docente en el centro del proceso educativo. Planear e invertir en la formación y el desarrollo profesional de los docentes e infraestructura tecnológica, es clave para aprovechar al máximo los beneficios de la IA en la educación en México.
C$T-GM