La migración al teletrabajo durante la pandemia fue muy marcada en diferentes sectores económicos productivos y de servicios, pero no fue generalizada ni se puede hablar de una era del home office, pues además de la conectividad existieron otros factores que han impedido a muchos colaboradores continuar con el modelo remoto.
“Sólo entre 8.0 y 10 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) tendrá el privilegio de hacer home office; para el 90 o 92 por ciento seguirá siendo presencial, algunos de ellos con esquemas híbridos, pero con mucha exigencia de presencia”, afirmó Julieta Manzano, Líder Comercial en Mercer México.
La experta en recursos humanos sostuvo que con base en esas cifras, es muy difícil hablar de la era del home office como tal, porque demostraría ignorancia de lo que se ha vivido en México.
“Es la era del home office para unos cuantos; sí cambió el trabajo para siempre, pero no hacia un home office, sino hacia una palabra mágica que es la flexibilidad, la libertad con responsabilidad”.
En el webinar titulado “… el trabajo cambió para siempre… ”, al explicar cómo ha cambiado el entorno la especialista habló de las tendencias en el sector hotelero, con un turismo “contactless”; centros comerciales, que serán como museos de “touch and feel” porque se preferirá comprar en línea; la configuración de casas con espacios y mobiliario para oficina y estudio.
“¿Y qué deberíamos estar haciendo? Es la era de la flexibilidad, de tomar la forma del contenedor como el agua; sería el máximo de los logros que fuéramos tan capaces de tomar la forma de la realidad que nos ocupe, como los líquidos… necesitamos organizaciones líquidas”.
En flexibilidad, incluyó al humano aumentado o la humanidad aumentada que viene a complementar la Inteligencia Artificial (IA) para llevarnos a un nuevo concepto que se llama inteligencia híbrida, que permite mirar con mayor lógica el futuro del humano con una potencia cada vez más grande, fuerte y contundente gracias a la tecnología.
La organización siempre va a necesitar la IA por un lado y la inteligencia humana del otro, así como la ética la innovación, el criterio, el feeling, el sexto sentido, que junto con los algoritmos lleven a tomar decisiones mucho más inteligentes.
“A donde quiero ir es a una mejor calidad de vida. Y sí, el algoritmo, sí la inteligencia híbrida, si la humanidad aumentada es realmente aumentada, debería haber más tiempo para el ocio y menos horas de trabajo. ¿Quién dijo que eternamente se trabajarían 12, 14, 8 horas, quién dijo que las semanas iban a ser de cinco días. Eso es flexibilidad?”.
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