Los medios de comunicación y las plataformas digitales están jugando un papel relevante en la construcción de la verdad, aunque en nuevos escenarios enmarcados por la revolución digital, donde se observa, además de una sensación de inmediatez y alta capacidad para el olvido, el involucramiento de diversos grupos de poder que participan en las guerras mediáticas.
“Pongo en duda la existencia de una guerra mediática que no ocurra en el contexto de una guerra a secas… Las guerras mediáticas no ocurren en el vacío, son en realidad parte de una expresión de guerra que es más amplia”, aseveró el periodista Ricardo Raphael en el Coloquio Internacional las Guerras Mediáticas en América Latina.
En el evento organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), de la UNAM, señaló que en México hay grupos armados disputándose territorio no sólo físico sino también territorio virtual, que utilizan plataformas como Youtube o redes como Whatsapp, para mostrar su poder o marcar territorio.
Las guerras mediáticas revelan los conflictos armados internos, los que en su opinión son la guerra más importante del Siglo XXI, que ocurren ante un fenómeno de la posverdad, es decir, en un desequilibrio sobre qué es verdadero y qué no, porque pueden echar mano de la falsedad y no solamente de las “fake news”, sino de noticias fabricadas deliberadamente para engañar.
“En México está tomado alrededor del 40 por ciento del territorio por estos grupos paralelos al poder, que están fuertemente armados que disputan el territorio real, pero también el virtual, que así como un día hacen un desplante dejando cuerpos o cadáveres, otro día suben a Youtube un video donde muestran su capacidad de fuego o convocan a afiliarse a través de Facebook”.
La sociedad postdigital, abundó, implica una sensación de inmediatez, pero también gran capacidad para el olvido, dicotomías más sencillas, características de la comunicación que se tiene en la época digital, el anonimato; así como medios tradicionales que no han logrado transitar a este nuevo ambiente muy disputado por otros actores que han ganando territorio.
La crisis más seria de los medios se debe a que su comunicación unidireccional con el público se volvió multidireccional, lo que los ha desafiado y por lo que ahora tienen audiencias más pequeñas. A ello se suma el problema del financiamiento, aunque los medios, aclaró, no el periodismo, siempre han tenido un interés económico.
C$T-GM