Importante salir de la zona de confort.
Si bien el estrés laboral es un padecimiento al que todos le queremos dar la vuelta por sus implicaciones físicas y emocionales, hay un punto en el que puede ser benéfico tanto para los empleados como para las empresas.
En primer lugar se debe entender la definición de estrés como un desequilibrio entre las capacidades y herramientas con las que cuenta una persona y el nivel de demandas que le supone su trabajo”, señala Ivette de Jacobis, consultora experta en productividad empresarial con bienestar personal.
A partir de esta definición y de la Ley de Yerkes-Dodson, en la que se describe la relación entre la productividad y el estrés a partir de una “U” invertida, el estrés es benéfico, hasta cierto punto.
El nivel de productividad incrementa en función del aumento en el estrés, hasta un punto máximo a partir del cual si continúa incrementando provocará disminución de la productividad y afectación emocional, de acuerdo con esto, debemos encontrar el nivel de estrés adecuado”.
De Jacobis considera que cuando el estrés en una organización es bajo, los colaboradores entran en apatía y lo manifiestan con acciones como llegar tarde, tomarse demasiado tiempo de comida o descanso y poniendo resistencia al cambio, pues están instalados en una zona de confort.
En contraste, cuando el estrés llega a un punto alto, la productividad se ve afectada porque las personas salen tarde de la oficina tres o más días a la semana, están irritables o sensibles, no son participativas y tienen ausencias.
“Por supuesto, la productividad de la empresa se ve afectada por este nivel de estrés, pero también la salud de sus empleados. Tanto así que la Organización Mundial de la Salud dio a conocer que el 25 por ciento de los 75 mil infartos anuales registrados en México son consecuencia del estrés”.
La especialista subraya que en un nivel moderado, en el que se logra mantener un equilibrio entre lo que demanda el entorno laboral y las capacidades y herramientas de los colaboradores, el estrés es manejable y se relaciona con una mayor productividad.
Un nivel de estrés alto es importante cuando se necesita entregar algo urgente o cuando es necesario revitalizar una cultura de conformidad porque rompe con el hábito de hacer lo mínimo indispensable. El objetivo es mantener un nivel de estrés adecuado para estar en la zona de productividad”.
Para prevenir que los niveles de estrés se disparen y hacer más eficientes los niveles de productividad de los empleados, De Jacobis recomienda otorgar capacitación técnica constante para hacer frente a los retos cotidianos, mantener comunicación frecuente para que los colaboradores cuenten con la información necesaria, resolver dudas y definir objetivos.
Asimismo, es fundamental crear una cultura en la que sólo 10 por ciento del tiempo se enfoque en la explicación y definición de un problema y 90 por ciento se destine a desarrollar ideas y acuerdos; además del reforzamiento positivo constante y mantener al equipo motivado celebrando pequeños y grandes logros.
Son los líderes quienes deben monitorear el nivel de estrés de su equipo de colaboradores para mantenerlo en un nivel adecuado que permita estar en la zona de productividad, además de procurar mejores relaciones interpersonales, fomentar el reconocimiento público de los logros del equipo y ofrecer coaching para los puestos clave de la empresa».
C$T-GM