La Educación en México podría dar un golpe de timón, flexibilizar el currículum y adoptar un modelo multicanal que aproveche la televisión, la radio así como las herramientas del ecosistema digital, para crear una experiencia de aprendizaje ordenada y mantener así el talento que se pierde en cada ciclo por la deserción escolar.
“Hay que quitar un poco la camisa de fuerza, pero hacerlo con visión y con una gestión un poco más flexible. Se quiere controlar todo desde el centro y pensar que hay una sola solución en lugar de permitir variedad”, aseveró Fernando Valenzuela Migoya, Global Digital Education Thought Leader.
Si hay millones de personas en México con acceso gratis a Facebook y Whatsapp, por qué no hacer de esto, herramientas de aprendizaje, el gobierno y directivos de las escuelas tienen un rol importante para liberar la camisa de fuerza de la conectividad y con la pedagogía adecuada enseñar los comportamientos y riesgos que hay en el mundo digital.
Y es que el regreso a las aulas, advirtió, no significa volver a lo que existía antes de la pandemia, sino que se debe pensar en activos como el tiempo que le lleva a los niños y niñas llegar a la escuela o el que le toma al maestro la planeación de clases; la confianza, para saber cómo se va proteger a los estudiantes o acompañar los grados de afectación, así como en los cierres parciales y la deserción escolar.
“Si hay casi 10 millones de estudiantes en primaria, 15 millones o poco menos en secundaria y tenemos 4 millones en las universidades, esas cifras lo que dicen es que cada corte de ciclo perdemos talento”, dijo en su participación en la mesa redonda en línea Transformación de la educación, organizada por la consultora Select.
Con experiencia en tecnología, pedagogía, capital e impacto, Valenzuela destacó que la industria tecnológica ha brindado más respuestas de las que puede asimilar una escuela o universidad, pero esto aún no ha logrado solucionar los problemas, porque se debe documentar lo que ocurre en educación y hacerlo con una mirada pedagógica, punto que deben flaquear las empresas tecnológicas.
“La gente que entiende de tecnología no entiende de los métodos de aprendizaje, y piensa que muchas veces la Inteligencia Artificial (IA), la Realidad Aumentada (RA), los datos y los contenidos digitales van a entrar pedagógicamente muy bien, y no es tan natural eso”.
Por ello, para el experto innovar en la educación aprovechando la tecnología en pedagogía, representa un gran desafío de agilidad, flexibilidad y liderazgo, además de eliminar la idea de que existe una sola forma de enseñar a determinado grupo de personas, cuando no todos aprenden al mismo ritmo, ni de la misma forma, ni con el mismo contenido.
“Con la pandemia surgió la pregunta de si la educación en línea era efectiva; pero sí se ve honestamente en un salón de clases a 45 por ciento de los niños y niñas distraídos, a un profesor volteado al pizarrón dictando”, esos elementos permiten cuestionar la efciciencia de los estos métodos utilizados.
Cuestionado por Ricardo Zermeño, Director general de Select, sobre cuáles son los elementos que faltan para aprovechar las innovaciones digitales y transformar la educación, Fernando Valenzuela, enfatizó que el primer desafío es generar agilidad, flexibilidad, así como liderazgo.
Con esta visión de que todos los estudiantes aprenden al mismo ritmo y de la misma forma, con el mismo contenido, con los mismos procesos de evaluación y distribución de contenidos, aseguró, la experiencia de aprender está totalmente obsoleta.
Por otro lado, uno de los grandes errores que en opinión del experto se han cometido es pensar que la tecnología dará una super solución que responda a todas las necesidades, con todos los niños, niñas y jóvenes, y en todos los mercados, de todos los países, sin embargo es necesario admitir que aún no existe esa “súper app”.
“La clave es que para integrar tecnología en educación, tienes que reconocer que dentro de un grupo de clase hay suficiente diversidad. Cada salón es una startup, se puede experimentar con diferentes tecnologías, con diferentes pedagogías, ver cómo y a qué responden y, obtener datos de esa experimentación”.
C$T-EVP