Esta práctica impacta en especial al sector financiero.
En México, el fenómeno denominado “dirty data” significó pérdidas por 30 mil millones de pesos sólo en 2019, derivado de que alrededor de 16 por ciento de las personas miente o aporta al menos un dato falso cuando se le solicita información personal en internet.
De acuerdo con datos de Hocelot, entre 2017 y 2019, el “dirty data” creció 57 por ciento, por lo que alrededor de 88 por ciento de las empresas en México cuenta con datos falsos, erróneos, desactualizados u obsoletos.
Entre los datos personales que más se falsean por parte de los usuarios se encuentran aspectos como la edad, dirección, e-mail, nivel educativo y trabajo; en tanto que en el ámbito económico se encuentran el sueldo y la capacidad de ahorro; así como en lo relativo al domicilio habitado como el monto de renta, precio de un inmueble, y el nivel de salario.
Hocelot destaca que si bien los datos “sucios” afectan al análisis de datos de cualquier sector, los daños son especialmente críticos para el sector financiero, donde las pérdidas ascienden a cuantiosas sumas por temas de morosidad, fraude y robo de identidad, conceptos que le costaron a las entidades financieras mexicanas alrededor de 13 mil millones de dólares entre 2018 y 2019.
Al respecto, Luis Neira, director de Hocelot México y Latinoamérica, enfatiza que el incremento en la generación de información y su uso analítico, representa retos que la firma asume haciendo ver a las organizaciones que sus datos deben ser veraces, verificados, y dinámicos para poder lograr la rentabilidad deseada.
“Un buen camino sería implementar una cultura de eliminación del “dirty data”, sólo de esta manera podremos encaminar de manera más estratégica nuestros esfuerzos de negocios”.
C$T-GM