Médicos mexicanos colaboran con la Universidad de Harvard.
La pandemia de COVID-19 puso contra las cuerdas a la comunidad médica y científica. En 2020, al inicio de la tragedia sanitaria más grande de la historia reciente de la humanidad, un virus desconocido y mortal, avanzaba de forma alarmante; sin embargo, no era su único problema. Otro gran enemigo, se expandía con sigilosa peligrosidad: la infodemia.
Mientras que millones de profesionales de la salud trataban de comprender el escenario al tiempo que atendían a pacientes infectados, un grupo de médicos en formación se unieron para aportar información, datos y conocimiento, prácticamente en tiempo real.
“La infodemia es un obstáculo para la salud pública. Hay que completar un círculo de comunicación eficaz en el cual son corresponsables el gremio médico, los medios de comunicación y la autoridades. La colaboración entre estas partes, permitirá superarla”, señala Jorge Abello, médico interno de pregrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Anáhuac México.
Con esta filosofía, jóvenes médicos como Abello, pertenecientes a la iniciativa mexicana Mitosis, se unieron al proyecto HMS Covid-19 response, impulsado por el doctor Wolfram Goessling, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard, el decano asesor de la Irving M. London Society y Michael Kochis, residente de cirugía del mismo hospital.
La plataforma ofrece información y contenidos sobre los mecanismos de infección, fisiopatología, prevención y medidas de contingencia útiles y basadas en evidencia científica, lo que ha sido crucial en la lucha contra el SARS-CoV-2.
A tan solo un mes de haber iniciado, la herramienta digital fue adoptada en facultades de medicina y por profesionales de la salud en 96 países, ha recibido la vista de más de 19 mil usuarios y ya fue traducido a 12 idiomas, incluidos georgiano, kiswahili y vietnamita.
“Es muy importante que alumnos latinoamericanos estén colaborando en este tipo de proyectos porque a veces pareciera que de la frontera norte para abajo, América Latina figura como un ente individual y que estuviese compitiendo a un ritmo diferente, existe mucho estigma en el área de la salud, cuando comparamos la calidad de los recursos tecnológicos, el avance, la estructura en el sistema de salud”.
Para Jorge Abello, el momento sin precedentes que vive la humanidad evidencia el poder revolucionario de la tecnología que está transformando la forma en la que se trabaja, las colaboraciones, pero también cómo se genera, almacena, comparte e interpreta el conocimiento.
Un dato que muestra la vorágine informativa en medio de la pandemia es el que muestra cómo durante las primeras 43 semanas, desde que surgió el COVID, se publicaron 56 mil artículos científicos; es decir, mil 500 por ciento más que lo publicado sobre enfermedades como la Influenza H1N1, que generó alrededor de 3 mil artículos.
“Esto no tiene precedentes. Tener acceso a tanto conocimiento generado de manera tan rápida, abre mil oportunidades. Es un escenario esperanzador, pero también deja ver la necesidad de que se regule, y que haya entes que verifiquen que la información que se está publicando es veraz, que está basada en evidencia, que los métodos estadísticos utilizados sean correctos, que no haya intereses económicos ni políticos detrás de las investigaciones o de lo que se publica”.
Mitosis, de México para el mundo.
En 2019 surgió la iniciativa Mitosis, impulsada por la Universidad Anáhuac México en un programa de liderazgo en medicina llamado Alpha, que tiene alrededor de 300 alumnos inscritos paralelamente a la licenciatura de médico cirujano.
“Sabemos que la información juega un papel fundamental, antes de la pandemia, nosotros ya teníamos esta iniciativa de unión académica, hay gente de otras universidades como la UNAM, La Salle, el Tec, entre otras”, señala Lorena Torá, profesora de la Universidad Anáhuac, y quien fuera coordinadora del programa Alpha.
En opinión de la especialista, cuando surgió Mitosis, antes de la pandemia, era evidente que había que hacer un trabajo intensivo de difusión del contenido científico y compartir información sobre diagnósticos, prevención y tratamiento de diferentes enfermedades.
“Hoy tenemos asesores en cinco países que además de sumar equipos, revisan el contenido haciendo una doble verificación antes de que se publique la información y combatir la infodemia, que ha sido muy evidente durante la pandemia”.
La información, la tecnología y la capacidad de obtener datos en tiempo real, salva vidas, afirma contundente la doctora Torá. Tomar decisiones basadas en evidencia, ha sido un desafío en medio de la crisis provocada por la pandemia.
“El paciente exige que los médicos estén a la altura de las mejores prácticas internacionales, y aún estando en cama, dirán leí sobre lo que me pasa y pienso esto. Si el paciente tiene esa información, es muy importante que el médico esté bien informado”.
Para el gremio médico, coinciden Jorge Abello y Lorena Torá, la tecnología es la mejor aliada. Atrás quedaron los tiempos en los que el conocimiento se compartía con cuentagotas, se temía al desplazamiento de personal humano y se prescribía por tradición. Hoy, salvar vidas implica ser parte del mundo digital.
C$T-GM