Con los lineamientos éticos de la UNESCO aprobados por 194 países, incluido México, como guía y en un ánimo de trabajo colaborativo entre academia, autoridades, iniciativa privada y sociedad civil, los integrantes de la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA), presentaron las conclusiones de las seis mesas de trabajo con las que se delineará una política pública en la materia, que deberá ser flexible, ágil y basada en evidencia.
Durante una reunión efectuada en el Senado de la República bajo la coordinación de la senadora del PVEM, Alejandra Lagunes, expertos de distintos ámbitos que participaron en las mesas efectuadas en distintas fechas durante los últimos meses, presentaron las conclusiones y coincidieron en que la gobernanza es clave, lo mismo que seguir el criterio de regular el uso de la tecnología, en lugar de regular la tecnología en sí.
Al respecto, Elena Estavillo, directora del Centro i para la Sociedad del Futuro, quien participó de manera virtual en el encuentro, explicó que para aplicar los principios éticos de la UNESCO en México, se ha llevado a cabo una metodología de evaluación de capacidades de la IA que permite generar un diagnóstico y partir de lo que se tiene, lo que no se tiene y lo que está en proceso, para entender la ruta a seguir y cuyos resultados se darán a conocer muy pronto.
Respecto a las líneas generales en las que hubo coincidencias entre las seis mesas, Sissi de la Peña, especialista en regulación digital de la Academia Mexicana de Ciberseguridad y Derecho Digital (AMCID), explicó que lo más importante es generar políticas basadas en evidencia, generar incentivos para la protección de la información; revisar la capacidad de infraestructura para el análisis de datos, ligado con el tema energético, que también es muy relevante en el contexto del uso generalizado de la IA.
También hay acuerdo en el sentido de fomentar la competencia, democratizar el conocimiento de la IA; generar sistemas que permitan la educación y la formación para todos; generar mecanismos de colaboración público-privada para la innovación; propiciar las alianzas entre diversos actores y poner a prueba la IA para mejorarla, dentro de lo cual es muy importante el mecanismo de Sandbox regulatorio.
Es importante “prepararnos para el futuro” con capacitación para el gobierno, a fin de que sea capaz de dar respuesta a los desafíos que se vayan presentando, con un marco regulatorio que se base en regulaciones generales, gobernanza global e inclusiva, flexible y con adaptabilidad para un futuro muy dinámico en plena coordinación internacional para armonizar los principios a las tendencias globales y fortalecer las capacidades institucionales de los gobiernos que todavía “van atrás en el desarrollo de sus agendas digitales”.
Respecto a las conclusiones de la Mesa 1, titulada Políticas Públicas y derechos, la senadora Alejandra Lagunes explicó que falta claridad en temas de política pública en la materia, donde todavía se ven desafíos en transparencia, aunque hay avance en datos abiertos, protección de datos, estandarización y hace falta actualizar marcos normativos y jurídicos que hace años no se ajustan.
Es importante respetar los principios éticos en todo el proceso de la IA, desde el diseño de las herramientas hasta su aplicación final y si bien hay que observar buenas prácticas internacionales en regulación e IA, lo importante es hacer un modelo específico para México. Es importante poner al ser humano en el centro de la tecnología y destinar recursos para que las políticas públicas se puedan implementar de manera eficiente.
A su vez, respecto a la Mesa 2 titulada Educación y Mercados Laborales, José Luis Ponce, director de Tecnologías de la Información de la ANUIES dijo que la mesa destacó la disparidad educativa y cultural, así como la brecha de cobertura en varias regiones del país, como barrera para el uso de esta tecnología.
Es necesario ir más allá de la mera información, para propiciar cambios profundos no sólo en la digitalización, sino su entendimiento social para estudiar sus impactos en las personas, reducir la brecha tecnológica en la sociedad y las instituciones educativas, incluyendo el trabajo para determinar cómo esta tecnología cambiará la educación hacia el futuro.
En la Mesa 3 de Ciberseguridad y Gestión de Riesgos, Eleazar Aguirre Anaya, jefe del Laboratorio de Ciberseguridad del Centro de Investigación en Computación del IPN, sostuvo que es necesario contemplar la inversión en la industria y el gobierno, porque “del otro lado, los ciberdelincuentes invierten todo el tiempo”.
Ernesto Ibarra, de la Academia Mexicana de Ciberseguridad y Derechos Digitales señaló que hay carencias en temas como una institución de ciberseguridad, trabajo para concientizar sobre el tema y regulación, aunque no se debe desaprovechar lo que ya existe y se sugirió crear un Consejo Consultivo de inteligencia artificial con participación de diversos actores y también mejorar la protección de la infraestructura crítica.
En materia de Género (Mesa 4), Aimeé Vega, Coordinadora de GEI12 destacó desafíos como la posibilidad de que la IA amplíe la desigualdad de género, agudice la violencia contra las mujeres y fomente estereotipos sexistas.
“Preocupa la vigilancia ciudadana a las mujeres “por el riesgo que representa que las autoridades no transparenten uso y tecnología de vigilancia ciudadana”, además de que la IA puede agudizar la desigualdad en el mercado laboral y feminizar la pobreza y por eso se debe hacer una alfabetización en IA con perspectiva de género.
En la Mesa 5 sobre Infraestructura y Datos, se destacó sobre todo la gobernanza de los mismos y la actualización de las legislaciones existentes, en tanto que en la Mesa 6 Innovación e Industria, se subrayó la necesidad de que haya una legislación flexible, de preferencia creada de manera colaborativa y con estándares claros para favorecer el desarrollo de la IA en un trabajo colaborativo entre industria, gobierno, academia, sociedad e iniciativa privada.
C$T-GM