América Latina tiene la oportunidad de subirse a la ola de la investigación y desarrollo de la computación cuántica, antes del punto de inflexión en que esta tecnología se dispare como herramienta para enfrentar los temas más apremiantes de la humanidad como es el cambio climático, la escasez de alimentos y el desarrollo genómico, entre otros, si bien urge invertir en la materia, formar talento y pasar de la adopción a la generación de soluciones.
Evando Luis Amelin, director de Analytics de NTT Data, indicó que la tecnología “cuántica puede generar una inflexión para la región de América Latina y dar un giro a la humanidad, si somos capaces de ver esto con cuidado y hacer los planes y las inversiones adecuadas, para aprovechar sus beneficios”, pues según pronósticos de la consultora IDC, el gasto en computación cuántica, pasará de mil 100 millones de dólares en 2022 a 7 mil 600 millones de dólares en 2027, con una tasa de crecimiento de 48.1 por ciento durante cinco años.
Durante el encuentro virtual titulado “El futuro al descubierto”, organizado por la empresa de desarrollo tecnológico NTT Data, Amelin señaló que por ahora la computación cuántica no ha tenido un despegue y se encuentra en fase de desarrollo, pero de acuerdo con Gartner, para 2030, el 75 por ciento de los usuarios empresariales la usará como servicio de plataforma de entrega predominante.
De acuerdo con la misma fuente, para 2028 el 50 por ciento de los fabricantes de vehículos eléctricos y fabricantes de baterías, realizarán investigaciones cuánticas para explorar el potencial de desarrollo de baterías, mientras que la inversión actual de gobiernos, grandes corporaciones y nuevas empresas, en conjunto ascienden a más de 2 mil millones de dólares anuales.
Debido a que la computación cuántica es exponencialmente más potente que la computación tradicional, se puede utilizar en casos a nivel global y de alta complejidad, como atender crisis alimentarias o demográficas, luchar contra el cambio climático, generar medicamentos mucho más rápido con información genómica, mejorar la gestión de gobierno y seguridad nacional, así como crear ciudades verdaderamente inteligentes.
En el mismo encuentro, Luis Quiles Ardila, director de computación cuántica de NTT Data, explicó que esta tecnología se basa en la ciencia cuántica y, a diferencia del cómputo tradicional, cuya unidad mínima es el Bit (que puede valer cero o uno), la cuántica se basa en Cúbits, que igualmente valen cero o uno, pero son capaces de hacer cálculos en todos los puntos intermedios entre ambos valores, lo cual implica un aumento exponencial en la capacidad de la computadora.
Para ponerlo en cifras más sencillas, explicó que por ahora, las computadoras cuánticas más desarrolladas (capaces de manejar cálculos genómicos y desarrollar análisis de sistemas bancarios completos en muy poco tiempo) cuentan con una capacidad de 256 Cúbits, pero se prevé llegar al punto de la “superioridad cuántica”, que se alcanzará cuando las computadoras tengan un millón de Cúbits.
La buena noticia es que estas computadoras de un poder impresionante, podrán ser rentadas como servicio por las empresas, tal como hoy se hace con la nube, con enormes beneficios en prácticamente todos los sectores industriales y de servicios, aunque se prevé que la computación cuántica, seguirá coexistiendo con la computación tradicional, porque cumplen funciones distintas y complementarias.
Sobre otros casos de uso, Evando Luis Amelin, anticipó que traerá enormes beneficios en el cuidado de recursos escasos, como la energía, la minería y los recursos naturales en general; también implicará una verdadera revolución en el mundo de los negocios en temas como manufactura y producción; logística y cadena de suministros y análisis de riesgos y carteras para el sistema financiero.
Además, en términos de aceleración de la innovación, la computación cuántica impulsará la ciberseguridad y, en general la tecnología de la información y las comunicaciones.
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