El talento y las habilidades digitales se convirtieron en una prioridad durante la pandemia entre las tres instancias de gobierno, sin embargo, la propia evolución tecnológica, el cambio generacional y la digitalización de la ciudadanía también aceleró la necesidad de formar y contar capital humano con las competencias suficientes para responder a la creciente adopción tecnológica.
Las condiciones de confinamiento sanitario durante la pandemia evidenciaron que las dependencias públicas al margen del nivel de gobierno que representen (federal, estatal o municipal) deben considerar algunas prioridades para su mejor desempeño, frente a la crecientes necesidades y exigencias de la sociedad.
Mejorar la calidad de los servicios destinados a la ciudadanía; clarificar la gobernanza y fortalecer la gestión de los servicios gubernamentales de información; conectar todas las instituciones de gobierno que permita su transformación digital; tener buen manejo de los datos gubernamentales y permitir la reutilización de la data y desarrollar la fuerza de trabajo que exigirán los nuevos servicios digitales, son exigencias del nuevo entorno.
Alejandro Floreán, vicepresidente de Investigación y Consultoría de IDC México, explicó que a mediados del 2020, una encuesta realizada por IDC detectó que al menos 35 por ciento de los ciudadanos está buscando tener nuevos servicios digitales, más eficientes y ágiles, lo que empata con la necesidad que hay al interior de algunas dependencias gubernamentales de crecer en materia de productividad y eficiencia.
“IDC ha identificado al menos 100 trámites ciudadanos (en el gobierno) que podrían mejorarse en los próximos meses como parte de una transformación digital que deberá asumir el sector público, tanto en México como en América Latina”, detalló el especialista.
Destacó que uno de los mayores desafíos que las diferentes instancias de gobierno enfrentará en los próximos cinco años, será que sus estrategias de transformación digital, cuenten con el talento y el capital humano suficientemente preparado para poder ofrecer servicios, no solo más digitalizados, sino también más fáciles de transmitir al ciudadano.

La investigación realizada por la consultora permitió observar que como parte de la transformación que generó la acelerada adopción tecnológica, el capital humano en la administración pública requiere del manejo de dos tipos de habilidades, las duras como el manejo de cómputo, análisis de información; diseño de software; espacios virtuales en la nube y razonamiento analítico.
Y por otra parte, las habilidades blandas relacionadas con el manejo de destreza organizacional para el manejo de proyectos; desarrollar elementos de colaboración para la generación de nuevos servicios digitales, entre otros son parte de los retos que tendrá la administración pública para dar vida a los proyectos que exija su transformación digital.
Floreán indicó que la iniciativa privada también está buscando talento que cuente tanto con habilidades duras como blandas, un elemento que sin duda representa una presión para el sector público, aunque la competencia real estará en el nivel salarial que ofrezcan una y otra, al personal que desarrolle este tipo de habilidades más competitivas.
El especialista destacó que al cuestionar a las dependencias sobre los principales desafíos que enfrentan para incorporar sistemas inteligentes, las dependencias en un 55 por ciento admitieron la “mala alfabetización” de su personal para realizar y entender análisis de datos y métricas; y otro 46 por ciento habló de la falta de habilidades analíticas apropiadas entre su personal.

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