En 1921, Dolores Rubio Ávila se convirtió en la primera mujer en México que se inscribió en la carrera de ingeniería, aunque no concluyó sus estudios. Desde entonces, el panorama ha cambiado, pues para el 2022, había casi medio millón de mujeres matriculadas en diversas ingenierías en universidades de todo el país, lo que representó un incremento de 4.4 por ciento anual en los últimos 10 años, pero ese ritmo, exigiría que trascurrieran 37 años para alcanzar la paridad.
Al conmemorarse este 23 de junio el Día Internacional de la Mujer en Ingeniería, es claro que todavía hace falta mucho terreno por recorrer, sobre todo si se considera que, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) la matrícula de mujeres inscritas en las carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas, por sus siglas en inglés) en 2022 en México fue de 494 mil 753, contra 996 mil 519 hombres.
Por otra parte, desde 1981 a la fecha, el porcentaje de mujeres matriculadas en carreras de ingeniería en México, con respecto a los hombres, pasó del 10 al 32 por ciento en la actualidad y de ellas, alrededor del 50 por ciento se centran en solo cuatro especialidades de la ingeniería.
Y a nivel global, las cosas no son muy diferentes, si se toma en cuenta que, según un estudio de la ONU elaborado en 2020, donde se comparaban los salarios por género en distintas profesiones, por cada dólar que recibían los ingenieros, ellas recibían apenas 70.5 centavos de dólar en promedio, con variaciones por país.
A su vez, el Estudio Global de Género del Foro Económico Mundial, señala que la presencia de las mujeres en la industria de la inteligencia artificial generativa, alcanza sólo el 22 por ciento. Con el ritmo actual, llegar a la paridad absoluta en todas las profesiones en el mundo, tendrían que pasar 99.5 años.
Sobre la presencia de las mujeres en la ingeniería, Mónica Barrera Rivera, presidenta de la Academia de Ingeniería de México, en una reciente conferencia convocada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), señaló que el camino hacia la paridad en la ingeniería ha sido largo y lento.
De hecho, ella es la primera mujer en presidir esa organización en 50 años, en la cual sólo 4.0 por ciento de sus integrantes son mujeres y su promedio de edad es de 75 años.
Caso similar ocurre con la Asociación Mexicana de la Industrias de Tecnologías de la Información (AMITI), que por primera vez desde su creación es presidida por una mujer, Ángela Gómez Aiza, directora general de la filial en México de la empresa alemana SAP, y quien ha creado el Comité de Mujeres en la Tecnología, precisamente para impulsar la incorporación de más profesionistas en este ámbito.
En este Día Internacional de las Mujeres Ingenieras, conviene recordar el caso excepcional de la actriz de origen austriaco Hedwig Eva María Kiesler, conocida por su nombre artístico de Heidy Lamarr, quien fue una de las actrices más bellas de Hollywood en los años 30 y 40, pero cuya contribución a la humanidad fue infinitamente superior a sus películas.
En 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, Heidy, quien era ingeniera de profesión, desarrolló junto con George Anthiel, el Sistema de Comunicación Secreta basado en 88 teclas que patentaron en agosto de ese año y que se puede explicar como un sistema ensanchado de comunicaciones inalámbricos a larga distancia.
Aunque el invento nunca llegó a ponerse en operación propiamente, fue diseñado para garantizar comunicaciones seguras a distancia en un contexto de guerra, donde se corría el riesgo de que se interceptaran los mensajes, con potenciales resultados catastróficos. La solución se pondría en operación muchos años después con alcance global: se llama Wi-Fi.
Esto demuestra que las mujeres ingenieras sí tienen mucho que aportar al tema, pero todavía hace falta incorporar a más de ellas en los cargos relevantes.
Al respecto y en el contexto de esta conmemoración, Diana Muñoz, fundadora de Cari AI, empresa de inteligencia artificial enfocada a la experiencia del cliente, señala que, a pesar de estar todavía en minoría en la industria, las mujeres ocupan cada día puestos más relevantes relacionados con investigación, soluciones de IA, dirección de equipos y apoyo en la definición en modelos.
Tal es el caso de Mira Murati, directora de tecnología de OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT. Otro ejemplo de éxito es Allie Miller, distinguida por la dirección de negocios de Machine Learning en Amazon y la más joven en crear un producto de inteligencia artificial en IBM. Además, en México destaca el caso de Mónica Aspe, la primera mujer en dirigir una empresa de telecomunicaciones: AT&T México.
Por su parte Cari AI ha logrado que 35 por ciento de su plantilla esté integrada por personal femenino; sin embargo, el análisis de economía de Goldman Sachs, publicado en marzo del 2023, reporta que 8 de cada 10 empleos desarrollados por mujeres podrían desaparecer en los próximos años, mientras que en los hombres la tasa es de 6 de cada 10.
Diana Muñoz destaca la importancia de incrementar la presencia femenina en esta área para generar modelos más equitativos que contemplen los pensamientos y necesidades de las mujeres, quienes representan 49.5 por ciento de la población mundial y evitar así sesgos orientados al conocimiento masculino.
“Entre más diversos sean los equipos que realicen los modelos que usa la IA generativa, mejores resultados tendremos en su aplicación”, puntualizó.
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