En México, las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes), que conforman un poderoso sector económico al generar más de 24 millones de puestos de trabajo, enfrentan un camino cuesta arriba, donde 75 por ciento no llegan a cumplir dos años; 80 por ciento no alcanza el lustro y 90 por ciento no supera los 10 años de vida.
Ante ello, especialistas coinciden en que la digitalización es uno de los caminos más eficientes para revertir estas estadísticas y lograr un crecimiento armónico y sostenido, siempre que se base en capacitación, educación, creación de ecosistemas con toda la cadena productiva y se cuente, desde luego, con financiamiento y conectividad.
Debe también tomarse en cuenta que si bien ocho de cada 10 empleos en México son generados por MiPymes y éstas aportan un porcentaje muy significativo del PIB, la falta de acceso a financiamiento y las brechas de conectividad, de alfabetización digital y de género, son factores que se deben atender para apoyar su crecimiento, concluyeron los participantes en el 4° Foro del Instituto Federal de Telecomunicaciones “Diálogos sobre la Transformación Digital en México. Workshop para Mipymes”.
Bajo la moderación de Guadalupe Michaca, directora general de ConsumoTIC, la mesa “Impulso y promoción de la transformación digital de Mipymes” concluyó con el consenso de que digitalizar es indispensable en el mundo interconectado de hoy, pero para lograrlo, es necesario que las MiPymes formen parte integral y armónica de un ecosistema empresarial, con un acompañamiento para ayudar a su sobrevivencia en el tiempo, pues muchas empresas son abiertas por personas que no saben nada del tema, pero tienen mucha esperanza.
Sin embargo, de acuerdo con Camilo Olega García, CEO de Kaanbal, asociación civil dedicada a la capacitación digital, “la esperanza no es una estrategia” y por eso muchas MiPymes no sobreviven.
En ese sentido, sostuvo que para el emprendimiento es fundamental la capacitación y la educación, asociadas con la conectividad, especialmente en las comunidades rurales, pues “si de por sí las MiPymes la tienen difícil en la ciudad, imagínense en lo rural”.
Y hablando de otras brechas, Estefanía Tapia Marchina, profesora del Instituto de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y especialista en desarrollo económico con perspectiva de género, sostuvo que para las mujeres es más complicado el emprendimiento, porque enfrentan el reto de los cuidados maternos y tienen menos acceso al financiamiento en comparación con los hombres.
Para colmo, por ejemplo en el sector rural hay algunas barreras físicas, como el hecho de que el internet pueda ser inestable (dependiendo del clima), el servicio sólo está disponible en determinados horarios o bien la mensajería llega a la comunidad una vez cada 15 días, lo cual es una complicación mayúscula para el emprendimiento, aunque las personas hayan recibido la capacitación y el financiamiento para que su negocio se digitalice.
De ahí que, tanto Clemente Ruiz Durán, consejero del Instituto para el Desarrollo Industrial y la Transformación Digital (INADI), como Ernesto Heberto Bojórquez Floriano, Director de NIC México, coincidieran en que lo fundamental para las MiPymes es trabajar conjuntamente, es decir, buscar insertarse en el ecosistema digital con una mentalidad abierta a superar la simple idea de las ventajas comparativas, para abrirse a la posibilidad de asociaciones con otras empresas, ya sean competidores del mismo tamaño o compañías mucho más grandes, para insertarse en cadenas productivas mayores.
Al respecto, Edmundo Arzate Prado, director de estrategia de mercado para la pequeña y mediana empresa de Amazon Web Services (AWS), dijo que esta idea de escalabilidad es fundamental, pues muchas MiPymes creen que para digitalizarse hacen falta grandes inversiones.
Sin embargo, esto no deber ser necesariamente así, por ejemplo, si se utilizan recursos en la nube, que pueden ir escalando conforme las empresas pasan sus fases iniciales, hasta llegar al punto que pueden utilizar ciencia de datos e inteligencia artificial, por mencionar algunos recursos tecnológicos.
En todo caso, es evidente que la competitividad y la productividad de este sector crece conforme avanza la adopción de tecnologías, según señaló Javier Juárez Mojica comisionado presidente del IFT al inaugurar el encuentro.
“Sin importar su tamaño, ninguna empresa puede quedar al margen de la transformación digital”, sostuvo al recordar que el sector MiPyme aporta el 52.2 por ciento de los ingresos del PIB, genera el 43 por ciento del empleo (24.1 millones de puestos de trabajo) y representa una abrumadora mayoría de las unidades de negocio en México.
A su vez, Héctor Sepúlveda Prieto, rector de la Universidad Metropolitana de Monterrey y Antonio Ríos Ramírez, director de Emprendimiento del ITESM, coincidieron en que incrementar las habilidades digitales es fundamental para que las micro, medianas y pequeñas empresas progresen y se requiere acelerar la capacitación y la adopción de tecnologías para apoyar su subsistencia y crecimiento, en una lógica de ecosistema digital con el resto del sector productivo.
Desde el punto de vista de organismos multilaterales, Lucía Cusmano, Jefa Adjunta de Pymes de la OCDE, dijo que a nivel global este tipo de empresas también forman parte esencial de los sectores productivos y por eso, su transformación digital es uno de los temas centrales que abordarán los ministros que se reunirán en próximos días en París, para analizar cómo las tecnologías son transformadoras transversales que ayudan a mejorar las ganancias, eficiencias, reducción de costos y conexiones para lograr nuevas clientelas.
En los países de la OCDE, dijo, la capacidad digital de las empresas subió entre 30 y 50 por ciento por la pandemia, pero al mismo tiempo, se aumentaron desigualdades, pues las MiPymes que ya tenían acceso a la tecnología siguieron creciendo, mientras otros sectores como el transporte y la construcción, profundizaron sus rezagos.
Además, Lucía Cusmano puso énfasis en un tema generalmente pasado por alto, pero tiene relevancia: la huella ambiental de las MiPymes, que generan el 70 por ciento de los desechos industriales a nivel global, asunto que debe ser atendido en el futuro a través de la tecnología.
Además, estas compañías pequeñas, por lo general descuidan su ciberseguridad, lo cual entorpece su inserción en las cadenas productivas más grandes, sobre todo con las grandes empresas.
Finalmente, Luciano Gasparini Palladino, consultor de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al presentar la plataforma Connect Américas, destacó que se trata de un recurso totalmente gratuito para MiPymes de la región, las cuales representan 95 del total de las compañías y concentran 67 por ciento del empleo.
De ellas, sólo 15 por ciento exportan, pero es evidente que cuando lo hacen les va mucho mejor, pues otorgan salarios 42 por ciento mayores; incrementan sus ventas 55 por ciento; son 54 por ciento más productivas y aumentan el empleo en 256 por ciento.
Pero, “la tasa de mortalidad exportadora llega a 50 por ciento”. Esto es, la mitad exportan un año y al siguiente ya no, lo que significa que algo no están haciendo bien y para ello existe esta plataforma del BID que brinda capacitación, conecta con empresarios de la región y del mundo y presenta todo el portafolio de financiamiento en los bancos locales.
Dijo que México es uno de los mayores usuarios de esta plataforma con 7 mil 300 empresas registradas y 33 mil 600 usuarios, de los cuales 37 por ciento son mujeres, lo que demuestra que el rol de las empresarias en México es fundamental y por eso, se llevan a cabo estrategias específicas con perspectiva de género.
C$T-GM