Una buena práctica educativa debe partir de la conciencia social y que el mundo enfrenta cambios disruptivos de transformación digital y tecnológica acelerada, por lo que cualquier intento de integrar el sistema educativo a esta dinámica, debe contar con soporte institucional para infraestructura, uso óptimo de las nuevas tecnologías, mucha formación docente y una amplia coordinación entre autoridades locales y federales.
Desde el surgimiento del programa Enciclomedia en 2004, se han realizado diferentes esfuerzos por actualizar el sistema educativo mexicano a la era digital, sin embargo, en el país aún no se ha logrado establecer políticas o programas debidamente articulados, que permita a los docentes y a alumnos tener un nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje que al egresar, les facilite una integración adecuada a la construcción de una economía digital.
Y es que en la aplicación de buenas prácticas educativas es imprescindible garantizar los soportes institucionales que exige el uso y manejo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el ámbito de la educación básica, tales como infraestructura, mucha formación en el ámbito docente, así como coordinación entre instancias locales y federales.
“La articulación de todas las instancias del ámbito educativo, es imprescindible para coordinar todos los esfuerzos pedagógicos, para evitar lo que sucedió en la pandemia, cuando predominó la lluvia de ideas”, precisó Esther Tapia Álvarez, Directora General de Desarrollo Profesional en Educación Media Superior en la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU).
Insertar la educación a la era digital exige programas bien definidos y una estrecha comunicación entre todas las instancias, para establecer políticas públicas claras, y determinar si el uso de las TIC será simplemente para mejorar una clase tradicional o evolucionar hacia un modelo de enseñanza-aprendizaje que genere conocimiento efectivo.
“Los discursos oficiales en general, siempre anticipan y confían en los efectos beneficos de la incorporación de las Tecnologías de la Información y Comunicación… pero la historia real nos muestra que los beneficios son relativos y que hay problemas sin resolver, como el que un maestro de educación física termine con la responsabilidad de enseñar clases TIC”.
Al manejar tecnología en las escuelas se tiene que pensar en temas básicos como el mantenimiento del equipo, o hasta la propia seguridad de esos dispositivos, para que no se los roben, como ya sucedió, lo que exige inversión para la creación de infraestructura, porque parecería que solo con dotar de computadoras a las escuelas, el tema está resuelto.
Los maestros de educación básica a nivel nacional a veces han contado con orientaciones generadas desde una política educativa, pero han resultado insuficientes. No se puede pensar en el uso de las TIC en la educación básica sin considerar dos componentes integrados, es decir, además de lo tecnológico, el soporte pedagógico para garantizar que esa fórmula funcionará.
Imprescindible la formación tecnológica entre los docentes, “es necesario más que un webinar”, pues mucho del conocimiento que los profesores detentan actualmente tiene origen en la experiencia propia.
Desde el inicio de estos programas a la fecha, no está resuelto el cómo un maestro de Aula de Medios debe coordinarse con el profesor que está frente a clase, para garantizar que el uso de la tecnología esté realmente favoreciendo la apropiación de conocimiento efectivo entre los alumnos.
Aunque se han emprendido programas con cierta estructura, en el país los cambios en la educación con tecnología se dan de manera gradual y en forma muy lenta, del 2006 a la fecha mientras la tecnología avanza en forma acelerada, el sistema educativo lo hace en una forma mucho más pausada.
Gabriela Yañez Rivas, Maestra en gobierno y Asuntos Públicos por la FLACSO México, en su presentación “Buenas prácticas de educación en México”, destacó que una buena práctica educativa, debería partir de la toma de conciencia por parte de la sociedad en su conjunto, de que el mundo enfrenta una creciente transformación digital, con desarrollos tecnológicos que avanzan a pasos acelerados, en ámbitos desde lo económico, comercial, hasta lo social y cultural.
En este contexto la industria ha debido de enfrentar múltiples procesos de automatización, el mercado laboral está teniendo una amplia transformación, y en la parte educativa, nace la exigencia de crear modelos de enseñanza-aprendizaje, suficientes para enfrentar este escenario disruptivo, en el cual se están formando nuevas brechas, relacionadas con el surgimiento de los denominados ecosistemas digitales.
“El camino es implementar políticas, estrategias efectivas que permitan aprovechar y generar habilidades, que señalan algunos investigadores, como la formación de las habilidades del siglo XXI, que integran además de conocimiento y dominio de herramientas tecnológicas, aspectos éticos, aprendizaje del potencial y aprovechamiento que ofrecen las nuevas herramientas en la generación de conocimiento y en el desarrollo personal y profesional de los individuos”.
Al participar en el Seminario “Los desafíos actuales en la educación básica y el papel de las nuevas tecnologías», organizado por el CIDE, la socióloga habló de la necesidad de integrar también muchos de los esfuerzos individuales, nacidos de la experiencia de los propios docentes y de los padres de familia, durante y luego de la pandemia, los cuales fueron resultado de un conocimiento personal previo, y no necesariamente de políticas surgidas desde el sistema educativo nacional, precisó.
Citó ejemplos cómo el Sistema Integral Interactivo de Educación, donde las tecnologías tienen un papel importante, pero no absoluto, pues es parte de cuatro ecosistemas educativos: un académico (programas escolares), uno psicosocial (fomento de valores y aspectos interpersonales), un emprendedor (familiarizar a los alumnos con lo empresarial y el emprendedurismo), y el tecnológico, mediante los cuales el alumno de escuela primaria incursione en situaciones que los prepare para lo que será su vida laboral.
Entre otros objetivos, el sistema pretende convertirse en un acceso universal a la educación; convertir salones de clases 360; operar laboratorios con soluciones de Realidad Virtual y Ampliada, donde los alumnos tengan acceso a una realidad inmersiva. donde practiquen escenarios reales y adquieran nuevas competencias, y estimulen su interés por los recursos tecnológicos.
“No sólo se trata de incorporar la tecnología como herramienta, sino acompañarla de otros modelos y entornos pedagógicos, didácticos de aprendizaje, pero también de inclusión a la educación digital, para generar un sistema integral y no sólo de un espacio tecnológico únicamente”, explicó.
Se trata de un sistema no visto de manera aislada, sino acompañado de aprendizajes y modelos pedagógicos bien construidos, fue aplicado en el ciclo escolar 2018-2019- en escuelas primarias de Acapulco Guerrero, beneficiando a más de 4 mil alumnos.
De igual forma se han ejercido programas de modelos como STEM, es decir, Matemáticas, Tecnología, Ingeniería y Ciencia que también se ha aplicado en 282 escuelas de 55 municipios en Michoacán durante el ciclo 2017-2018.
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