El futuro de la educación media superior exige en lo inmediato de modelos online o híbridos, esquemas que requieren ser respaldados por un sistema que tome en cuenta las necesidades de estudiantes y maestros, pero que también considere elementos tecnológicos como la conectividad, capacitación continua en habilidades digitales para docentes y alumnos, así como recursos y plataformas tecnológicas propicias para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
“Esta educación puede ser mucho más inclusiva… es determinante contra el abandono escolar, familias fracturadas, al no encontrar lugar para estudiar para sus hijos; para personas con capacidades diferentes, gente lejana que no puede transportarse de un lugar a otro, hay una inclusión no sólo local, sino nacional”, aseveró María Luisa Flores del Valle.
La presidenta de la Alianza para la Educación Superior (ALPES) reconoció que en general la educación va hacia un modelo híbrido, que en cualquier momento se tendrá que aplicar en la educación pública, pero en su opinión se requieren de cuatro factores determinantes: nuevas pedagogías, conectividad, plataformas y Big Data.
“Para que una educación en línea tenga éxito tiene que ser totalmente contraria e irrumpir en cualquier esquema que tenga que ver con la educación presencial; cortar con esa estructura rígida de la presencial para abrirse a otras temáticas, a otras nuevas formas de enseñanza”, aseguró en entrevista para ConsumoTIC.
La conectividad y el equipamiento también son esenciales, pero aclaró que aunque la mayoría de los estudiantes podrían tener smartphone, que es un aparato tecnológico muy útil, se ha considerado también que es antipedagógico para tener un buen aprendizaje.
Consideró que las plataformas educativas son indispensables, pero también significan un gasto, porque si bien se cuenta con algunas, que tienen más de 30 años de existencia, se utilizaban prácticamente para educación superior. “Las plataformas gratuitas que nos permitieron estar uno a uno en esta pandemia fueron muy útiles, pero no son las ideales a la hora de manejar una educación online”.
Otro factor, subrayó, es contar con el uso de Big Data, tecnología para tener con un correcto almacenamiento, tratamiento y análisis de la información de la población estudiantil, con la cual se puede personalizar tutorías con base en su rendimiento académico, e incluso predecir riesgos de abandono escolar.
Por ello, consideró importante la asignación de presupuesto, además de contar con reformas, como la iniciativa que recientemente fue presentada, para modificar la Ley General de Educación, a fin de incorporar la modalidad virtual o en línea en el nivel medio superior.
“Si no tenemos el presupuesto que necesitamos, no funciona… Puede ser que se apruebe una reforma, pero todos sabemos que la implementación es otra cosa. Tuvimos una Ley General de Educación Superior, pero desafortunadamente la implementación de esas leyes secundarias, desafortunadamente todavía no se dan y eso es lo que impide que las cosas avancen”.
Dicha iniciativa destaca la necesidad de aprovechar las herramientas digitales y tecnológicas, para ampliar las posibilidades de acceso de los jóvenes al nivel medio superior, a través de las modalidades virtual o en línea, que pueden proporcionar mayor flexibilidad y adaptarse a las necesidades de cualquier persona.
Existen pendientes importantes como la conectividad. En comparación con otras regiones del mundo, América Latina y el Caribe se encuentra rezagada en cuanto al porcentaje de la población con suscripción a Banda Ancha Móvil y Fija, sin dejar de lado otro dato importante, que de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se carece también de calidad en las conexiones.
“En septiembre de 2020, solo seis países contaban con velocidades de descarga promedio en Banda Ancha Móvil (la más usada) mayores a 25 megabits por segundo (Mbps), la velocidad mínima considerada suficiente para un uso intensivo, es decir, para desarrollar varias tareas de alto consumo de datos de manera simultánea con una misma conexión”.
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