El camino de los pagos digitales en México presenta un rezago respecto a economías similares en América Latina, primero porque los niveles de inclusión financiera no son los más positivos y segundo y más crítico, por los elevados índices de fraude que se registran en el país, de ahí que generar opciones distintas y efectivas de pagos en línea ha sido uno de los principales desafíos del sector financiero .
“México es de los países más fraudulentos en el mundo, el fraude en línea no es delito, entonces los defraudadores y los compradores se aprovechan de esto, pues quien absorbe todo este fraude son los comercios. Por ello hemos tenido que desarrollar sistemas con inteligencia artificial antifraude, para poder proteger a los comercios y a las transacciones en línea, explicó Héctor Cárdenas, Director General y cofundador de Conekta.
Al presentar el panel, “Una mirada hacia el futuro de los pagos digitales”, indicó que los niveles de bancarización en el mercado mexicano, desafortunadamente no se encuentran en los niveles deseados, lo que llevó a Conekta a desarrollar esquemas de pagos en efectivo, que permitieran por un lado disminuir las brechas de inclusión financiera y al mismo tiempo abrir la oportunidad a muchos mexicanos a realizar transacciones en línea.
Pese a estos inconvenientes, el comercio electrónico ha sido un gran detonador para mejorar en mucho los pagos en línea, y aunque el lanzamiento del CODI, no haya tenido el éxito esperado (sólo 8.0 por ciento de los consumidores lo utiliza), representa una alternativa adicional para que la población en México realice sus compras a través del comercio electrónico.
Irina Valassi, VP Customer Solutions Center Mastercard México, puntualizó “que cualquier método de pago electrónico, exige todo un sistema de seguridad”, una tarea en la cual la mayoría de los actores del ecosistema digital, buscar llevar a cabo para proteger las transacciones digitales, cada uno desde su trinchera en beneficio de los clientes, para que goce de una experiencia sencilla y simple, pero segura.
Destacó que los sistemas de pago en línea enfrentan una amplia variedad de clientes, por ello también se han habilitado diversos métodos, ya sea en línea, a través del e-commerce, uso de efectivo para concretar compras digitales, y a través de un smartphones, pues 75 por ciento de los dispositivos de este tipo que circulan en el país están habilitados para realizar pagos.
“Durante esa fase crítica se sabe que 80 por ciento de la gente utilizó un método de pago que antes nunca había utilizado, Contactless, e-commerce, transferencias, sistemas híbridos. Al menos 70 por ciento de las personas buscan al llegar a una tienda, encontrar un método de pago diferente», explicó durante su participación.
Realizar pagos con soluciones de biometría, en algunos lugares ya es una realidad, lo cual obedece a la mayor confianza que ha generado estas soluciones entre los consumidores de utilizar métodos de pago sólidos, interoperables y con altos estándares de seguridad. Lo que explica por qué las tendencias por venir serán diversas, aprovechando la tecnología para seguir avanzando.
Alberto Saracho, Partner McKinsey, destacó que la lección que dejó el confinamiento sanitario, es sin duda la conveniencia de desarrollar y crecer bajo una eficiente economía digital, lo que hoy permite que tanto oferentes como consumidores tengan acceso a opciones que apenas una década antes no existían.
Una cantidad voluminosa de aplicaciones hoy instaladas en los smartphones permite a las personas tener acceso a sistemas de transporte, a compras en línea, entregas de despensa a domicilio, sistemas de mensajería, todo lo cual, no podría funcionar sin un sistema de pagos sencillo, eficiente, pero seguro.
McKinsey, explicó, realiza una encuesta bianual en la cual se ha detectado como tendencia la evolución en la cadena de valor en los jugadores responsables de operar los pagos electrónicos. Una cadena que incluso ha evolucionado a figuras de Fintech, es decir, oferentes de crédito, más allá de solo simples sistemas de pago.
En su intervención, Miryam Cosío, Presidenta de ASAMEP y Chief External Affairs Officer en Clip, precisó que lamentablemente “esa es la realidad que existe en otros países…“si lográramos traer esas tendencias, esa tecnología a México”, sería muy positivo.
Lamentablemente el mercado mexicano es el más rezagado de la región en cuestión de pagos electrónicos, en Brasil o en Chile su penetración está arriba del 50 por ciento, en Argentina superior al 40 por ciento, incluso Guatemala está por arriba del mercado mexicano.
El país ha tenido una penetración de pagos electrónicos buena, pues en materia de agregadores, pasó de 10 al 23 por ciento, pero “falta mucho” para alcanzar a otros países de la región. En esquemas contactless menos del 5.0 por ciento de la población los ha utilizado, cuando toda la región está en promedio en 50 por ciento, o Costa Rica, Chile o Guatemala con 75 por ciento de penetración.
En Costa Rica cualquier comercio ya goza de ese tipo de esquemas de pago, con un límite de compra de 200 dólares, muy por arriba de lo autorizado en México, que es de 400 pesos por transacción, lo que hace suponer que tienen sistemas de prevención de lavado de dinero, de otro nivel, mucho más efectivos, lo que hace que la experiencia del cliente sea espectacular.
El uso del QR en mercados como el de Argentina, permitió que los pequeños comercios no tuvieran que asumir los costos que implica operar una Terminal Punto de Venta y por el contrario contar con esquemas de pago electrónicos de manera eficiente y a bajo costo.
En Brasil el uso de PIX ya supera al 50 por ciento de la población, el número de transacciones que realizan en débito con esta opción ya es muy superior, en tanto que el volumen de operaciones es cuatro mil veces mayor al que en México se realiza con el CODI (lanzada por el Banxico), un esquema que apenas es utilizado por el 8.0 por ciento de la población. Estas son las tendencias que hay que superar en el país, para que al menos en cinco años “estemos en otro lugar».
Los expertos coincidieron que para lograr superar el rezago que presenta México, es necesario un esfuerzo de educación, de impulsar y promover más las alternativas que hay de opciones como el CODI, con lo cual se podría mejorar la inclusión financiera, la calidad de vida de quienes no cuentan con opciones financieras de pago para sus servicios básicos.
La reforma financiera de 2014 ayudó a disminuir en cierta forma la brecha de inclusión financiera que prevalece en México; hoy la banca, las Fintech y los agregadores, han logrado que al menos 2.5 millones de comercios acepten pagos electrónicos en México, y 70 por ciento de las terminales sean atendidas por agregadores, pero aún falta trabajo para poder atender a las 7 millones de Pymes que operan en México.
En materia de seguridad, es necesario integrar mucho más tecnología y muy importante, entender que no sólo el agregador o el negocio es responsable de la seguridad, porque los sistemas carecen de esa particularidad; de hecho, el índice de aprobación en tarjeta de débito, en México, es menor al 60 por ciento, porque “los emisores en lugar de meter tecnología, o soluciones de IA, prefieren bajar la llave” para controlar el fraude.
Los pagos en efectivo están pasando a ser una linda historia en la humanidad, hoy los desarrolladores de tecnología están procesando la mejor manera de llevar el comercio electrónico a través de los pagos en línea con miles de usuarios y en México están los servicios financieros para mercados emergentes en donde se procesan 2 mil millones de pesos mensuales, que impactan a más de 15 mil compañías, sin olvidar que se deben de cuidar todos los huecos, pues tanto empresas como usuarios pueden ser víctimas de fraudes.
C$T-EVP