Algunas instituciones de educación, en especial las particulares, ofrecen herramientas tecnológicas para apoyar el aprendizaje; sin embargo, un gran pendiente sigue siendo proporcionar a los alumnos, docentes, padres y madres de familia capacitación en ámbitos como el de la ciberseguridad, civismo e higiene digital que les den herramientas para el manejo de riesgos inherentes a este entorno.
“Las instituciones educativas deberían de estar jugando un papel relevante, en términos de que los docentes y niños deberían estar capacitados en ciberseguridad en civismo digital e higiene digital, incluidos papás y mamás… para cerrar un poco la brecha digital y ayudar a reforzar las capacidades mínimas”, aseguró Ana Cecilia Pérez, Socia Directora de Capa8.
Si bien recalcó que los términos como seguridad digital, activos digitales, huella digital, privacidad se utilizan mucho en el ámbito corporativo, donde se hace hincapié en proteger los procesos de negocio y la información, es muy importante empezar a trasladarlos al ámbito personal y familiar.
En el webinar “Violencia digital en entornos escolar y familiar» recordó que la exposición a las plataformas y redes sociales implica amenazas que en muchas ocasiones los padres o madres desconocen, pues la época digital agrega cierta complejidad a su labor para proteger a los niños y niñas de la violencia en línea.
“El problema es que hoy los niños salen de la escuela y si ya son activos en plataformas digitales en redes sociales, a través de estas el acoso, el bullying y otras violencias se mantiene constante… pero no los puedes tener envueltos en una burbuja, sino que los deben ir orientando y guiando en escenarios que los padres y madres de ahora nunca vivieron”.
Incluso, en gran parte de las instituciones educativas del país, los mismos docentes tienen una brecha educativa en términos del uso y seguro acceso a las plataformas digitales, lo que significa desconocimiento en cuanto a las implicaciones, controles mínimos y falta de conciencia respecto a que, por ejemplo, con datos biométricos se puede suplantar la identidad de las personas para cometer fraudes.
En el encuentro virtual, organizado por la Academia Mexicana de Seguridad y Derecho Digital (AMCID), Claudia Ávalos, experta en transparencia, protección de datos y ciberseguridad, señaló que el concepto de violencia digital tiene muchos alcances, que aún falta por definir.
Agregó que falta trabajar en marcos normativos, reglamentaciones y protocolos de actuación, porque el tema llevado al entorno digital se vuelve más complejo y, además, existe diferencia en cuanto a las personas a las que se dirige la violencia, la cual se profundiza cuando se trata de grupos vulnerables como niños y niñas, adultos mayores o personas con discapacidad.
“La tecnología camina de una manera vertiginosa y estamos muy atrás. Y una de las cuestiones por las que estamos tan atrás es precisamente porque no hay una oferta educativa congruente… Las instituciones educativas son las que dan las herramientas digitales… vemos que desde kinder y primero de primaria tienen acceso a un dispositivo en la escuela, pero no hay un acompañamiento integral”.
La fundadora de la Asociación Iberoamericana de Protección de Datos Personales, A.C., coincidió en que para que los menores adquieran más habilidades digitales, deben estar involucrados los principales actores en el entorno educativo, los docentes.
Sostuvo que tiene que haber una posición muy proactiva y firme de las áreas administrativas de las instituciones educativas, sobre todo para la mitigación de riesgos en ciberseguridad, pues las escuelas cuentan con un cúmulo de información, académica, financiera y de salud que está expuesta a amenazas de este tipo.
Insistió en que falta acompañamiento a los estudiantes y conciencia de todos respecto a lo que puede suceder en línea con un “click” inadecuado, que podría terminar en una situación de ciberbullying, sexting o grooming, pero que se puede atender desde las escuelas a través de diversas estrategias.
“En la Asociación vemos mucho fotografías, videos que suceden con acoso o sexting y originadas en el centro escolar; entonces, no hay control de los dispositivos móviles que ingresan a las escuelas tanto públicas como privadas, y por otro lado, los papás y mamás le dejan mucha responsabilidad a la escuela cuando suceden estos casos”.
C$T-GM