Mercado mexicano, óptimo para servicios OMV.
En noviembre de 2019, José María Álvarez-Pallete, presidente de Ejecutivo de Telefónica, anunciaba una de las decisiones más importantes para la empresa y el sector latinoamericano de las telecomunicaciones: un Spin-off operativo de los negocios en la región que implica centrar la atención en España, Brasil, Reino Unido y Alemania.
El plan anunciado desde Madrid, es la pieza que permite a especialistas del sector vislumbrar cambios significativos en las operaciones que la la operadora tiene en diversos mercados de América Latina como Argentina, donde el contexto puede no estar siendo favorable en términos regulatorios, de competencia y certeza para las inversiones.
Ejemplo de ello es la perspectiva de Carlos Pagni, quien en el diario argentino La Nación, habla de las condiciones políticas que prevalecen en ese país y expone cómo el mercado doméstico de las telecomunicaciones está sembrado de versiones sobre adquisiciones planeadas por figuras impulsadas por el poder.
“Una de las más notorias tiene que ver con la compra de la operación argentina de Telefónica. Esa empresa española está desprendiéndose de activos latinoamericanos. Entre los interesados se menciona al Grupo Olmos”, liderado por Raúl Olmos, quien es un empresario fuertemente ligado a la Unión Obrera Metalúrgica.
Pagni refiere que desde hace por lo menos dos meses Olmos está intentando armar una trama financiera para justificar la operación; sin embargo, se dice, que aún no ha conseguido los avales bancarios necesarios.
“En el entorno de Olmos circula un dato más que relevante: que Máximo Kirchner está al tanto de la operación y que, inclusive, ha mantenido alguna reunión con representantes de un fondo extranjero que fue convocado para facilitar los fondos”.
En México, no han sido pocas las voces que señalan la dirección que la firma de capital español ha dado a su operación doméstica: En 2022 abandonará su estatus de concesionario y se convertirá en una especie de Operador Móvil Virtual (OMV), que por cierto, sería el más grande del país al contar con 23 millones de usuarios.
En 2019, Telefónica informó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) su decisión de devolver gradualmente espectro radioeléctrico; año en el que también dio a conocer un convenio de uso compartido de infraestructura de AT&T que le permitirá un ahorro de 230 millones de euros anuales a partir del 2022.
Además, el pasado 7 de diciembre, la firma hizo público que el órgano regulador aprobó el arrendamiento de espectro de AT&T México, el cual le permite mantener de manera ininterrumpida la operación de los sitios con los que actualmente cuenta, incluyendo los que operan en zonas rurales y que sólo se encuentran en la huella de cobertura de Telefónica.
Al agrupar sus negocios en Latinoamérica y centrar la atención en los mercados que le aportan el 80 por ciento de sus ingresos, Telefónica tiene el desafío en la región no sólo de mantenerse a flote, de aprovechar las oportunidades que terrenos como el mexicano le proveen mediante alianzas, una regulación que busca garantizar certeza y donde la presencia de un jugador más representa opciones para los usuarios.
C$T-GM