Las recomendaciones en materia de espectro radioeléctrico que está planteando el IFT, a través de la publicación de un reciente estudio que identifica altas asimetrías entre operadores del mercado móvil, «no son para favorecer a unos o perjudicar a otros, sino que es lo que sale de los datos duros», afirmó Javier Juárez Mojica, comisionado presidente del órgano regulador, quien afirmó que «el riesgo mayor que corremos es que todo se mantenga igual».
Entrevistado luego de participar en la inauguración de la Cumbre de la Industria Totalmente Óptica 2023, organizada por el propio IFT, en conjunto con la Canieti y la empresa Huawei, el comisionado fue claro en señalar que esta situación no es nueva y el propio instituto ha venido insistiendo por años en que como país «somos caros en el costo del espectro radioeléctrico y ahora simplemente lo que se hizo fue ver el impacto que esto puede tener en la industria».
Dejó claro que el estudio de mercado se llevó a cabo con base en la Ley Federal de Competencia Económica a partir de datos duros y «las conclusiones son claras: el alto costo del espectro se convierte en una barrera para la entrada y expansión de las redes» y de ahí que el peor escenario es que las cosas se mantengan igual, tal como el Instituto lo ha señalado desde hace tiempo.
La idea de realizar el “Estudio de mercado sobre los costos del espectro radioeléctrico para servicios móviles en México”, fue aportar los mejores elementos de análisis para las autoridades que deben tomar la decisión, específicamente el Congreso de la Unión y la Secretaría de Hacienda.
Con esta última autoridad, refirió, se ha mantenido un constante diálogo siempre de manera constructiva, para aportar los mejores elementos posibles para la creación de una política pública lo más eficiente posible.
En ese sentido, Juárez Mojica confió en que los resultados del estudio sean tomados en cuenta por los legisladores para la conformación del Paquete Económico 2024, siempre con la claridad de que se trata de una recomendación, pero basada en datos reales sobre la condición que guarda hoy día el mercado.
El documento del órgano regulador plantea como principal recomendación mantener los derechos en los niveles actuales para aquellos operadores que tengan participaciones de mercado superiores a 25 por ciento (escala mínima) y disminuir los derechos a los niveles de referencias internacionales para aquellos operadores que tengan una participación menor a ese umbral.
En su análisis, el instituto identifica que en el mercado mexicano de las telecomunicaciones móviles existen altos niveles de concentración y serias asimetrías entre los operadores, en términos de su escala y los recursos que deben destinar para afrontar los pagos de derechos por el uso del espectro.
Y es que, el principal operador, Telcel, tiene una participación del 70 por ciento de las líneas del servicio de acceso a internet de banda ancha móvil y destina únicamente el 5.7 por ciento de sus ingresos al pago de derechos por uso del espectro radioeléctrico.
Esto, mientras que el segundo operador más importante del país, AT&T, tiene una participación de 18 por ciento y destina una proporción de sus ingresos casi tres veces la de Telcel, a pesar de que tiene menos espectro que ese operador.
Es así que el único operador que ha superado la escala mínima eficiente, es decir, una participación de mercado de 25 por ciento, es precisamente el Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT), lo que significa que posee ventajas en costos sustanciales frente a operadores con un menor porcentaje de participación.
De hecho, si los operadores de redes móviles no alcanzan la escala mínima que asegure la viabilidad en la operación de sus concesiones que les permita afrontar el pago derechos del espectro, se verían obligados a salir del mercado, señala el regulador en su estudio.
Respecto al presupuesto que ejercerá el próximo año el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el funcionario también confió en que los legisladores tengan la sensibilidad suficiente para aprobar los recursos solicitados para el presupuesto 2024.
Recordó que desde el 2014 a la fecha, el presupuesto asignado al presupuesto del instituto ha venido disminuyendo constantemente, y ya acumula una caída de casi el 40 por ciento en estos años, de manera que hay argumentos para solicitar un incremento.
De hecho, por ejemplo, con el confinamiento que obligó al trabajo remoto, el Instituto logró ahorros de 80 millones de pesos anuales por la renta de un edificio que ya no ocupa, de manera que se ha hecho más eficiente, sin recurrir al recorte de personal.
C$T-GM