Necesario permear una cultura de inclusión.
Impulsar la participación igualitaria de grupos vulnerables a la discriminación como mujeres, personas con alguna discapacidad e integrantes de la comunidad LGBT depende mucho del lenguaje, pues las palabras son una herramienta poderosa para generar un entorno incluyente y respetuoso.
“A través del lenguaje creamos nuestra realidad, entonces, el lenguaje y la forma en que nos expresamos es el que va a determinar desde nuestras relaciones hasta toda la interacción con la sociedad”, destacó Josune González, gerente de Diversidad en AT&T México.
Durante su participación en el taller virtual “Lenguaje Incluyente” subrayó la importancia que tiene para la empresa reforzar el respeto a las personas en general, así como impulsar a través del lenguaje la participación igualitaria, y apoyar a todos los grupos particularmente aquellos que estén en situación de vulnerabilidad.
En consonancia con estos valores, destacó que en el quehacer cotidiano se evita el uso de algunos caracteres como la “x” o el “@”, como parte de una estrategia de lenguaje incluyente, pues entre los colaboradores de la empresa se cuenta con personas ciegas que utilizan lectores de pantalla, para quienes esos caracteres no son entendibles, y sólo complica la comunicación.
“Lo que hacemos en AT&T es permear esta cultura (de inclusión) a través de la red de empleados, tenemos seis redes enfocadas a diferentes temas, una de ellas es la llamada Alianza LGBT además que nos gusta impulsar el lenguaje incluyente”.
En el mismo sentido, Ángel Candia, consultor de ADIL Diversidad e Inclusión Laboral, destacó el papel relevante que tiene el lenguaje para las sociedades, porque puede crear identidad y proyectar a futuro, reproducir lo que nombra, darle visibilidad y empezar a contar otras historias, todo con el poder de la palabra, que sin duda representa “el poder de escoger qué valores son los que nos guían como sociedad”.
“El lenguaje es un espejo de nuestras prácticas socio-culturales, es la forma, es el medio a través del cual expresamos nuestras ideas. Refuerza, por lo tanto, por un lado y refleja la ideología patriarcal. Lo bonito del lenguaje es que puede servir para justamente lo contrario”.
A su vez, Fernando Velázquez, socio y consultor de ADIL Diversidad e Inclusión Laboral, recalcó los tres pilares estratégicos que se tienen que tener en una empresa para la certificación en materia de Human Rights Campaign (HRC):
La adopción de políticas de no discriminación; que haya voz y comunicación hacia el interior, con la creación de grupos de empleados y/o consejos de diversidad e inclusión, así como respaldar el involucramiento en actividades públicas que apoyen la inclusión LGBT.
El consultor refirió que en la edición 2021 participaron 235 empresas, y un total de 212 alcanzaron el máximo puntaje, 83 de ellas son mexicanas, de 37 giros y actividades distintas en beneficio de un millón de colaboradores.
Desde 1975 AT&T fue una de las primeras corporaciones estadounidenses en adoptar una política que prohibía la discriminación de empleados por su orientación sexual, y actualmente entre las compañías de telecomunicaciones es la única que se encuentra dentro del top 10 en materia de diversidad e inclusión.
Con presencia en Estados Unidos y en 11 países de América Latina, la operadora promueve políticas de diversidad e inclusión en todas sus áreas, lo que ha dado como resultado que la empresa sea reconocida como de los mejores lugares para trabajar LGBT, de HRC Equidad MX, de la Fundación Human Rights Campaign (HRC) y para Great Place to Work, y fue incluida en el salón de la fama de DiversityInc.
C$T-EVP