No es obligatorio «integrar árbol genealógico» del concursante
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) desconoce el objetivo o la pretensión de fondo de Tecnoradio de ocultar información que le fue expresamente solicitada por las autoridades, particularmente en su vínculo con accionistas de Radiorama, como fue publicado en un diario, y que representa un dato «muy complicado» para las autoridades que no están obligadas a indagar en el árbol genealógico de los participantes.
Dentro de los requisitos que estableció el IFT fue obligación de los participantes declarar vínculos de familiares hasta tercer o cuarto grado, con el fin de poder detectar a través de esa declaración vínculos de parentesco, si existía comunicación entre agentes económicos pertenecientes al mercado de la radiodifusión y detectar influencias y posibles controles de un lado y otro. aseguró Edgar Olvera Jiménez, subsecretario de Comunicaciones de la SCT.
El funcionario explicó que dentro del proceso de la Licitación IFT-4, el órgano regulador solicitó en algún momento a la SCT la opinión sobre eventuales participantes; lo que se hizo fue estudiar su estructura accionaria y revisar desde el punto de vista técnico si alguno presentaba algún inconveniente y si no, enviar una opinión favorable «pero no vinculante».
No es parte de esta Opinión Técnica reproducir o integrar el árbol genealógico de los accionistas porque no es la función técnica de la opinión, eso lo estableció el instituto para hacer su análisis de competencia, precisó el subsecretario en entrevista con Radio Fórmula.
La SCT con respecto a los accionistas de Tecnoradio no encontró nada, pero toda esta indagación inició a partir de la declaración que hicieron de sus vínculos familiares, y es con base en esa información que el instituto procedió a realizar todo su análisis de competencia, pero siempre se puede dar el caso, «como al parecer sucedió» que el participante dio información incompleta o la omitió.
Olvera Jiménez dijo desconocer si el participante pudo tener la intención deliberada de no declarar esos vínculos, o cuál sería la pretensión de fondo o el objetivo..
Lo cierto es que las autoridades en toda licitación establecemos algunos requisitos para obtener información a partir de lo que declare el participante, y sobre el proceso se recaban datos, con el riesgo implícito de que en algunos casos no se logre tener una investigación exhaustiva, o la imposibilidad de acudir a alguna fuente oficial para cotejar datos complicados o difícil de obtener.
Cuestionado sobre lo que sucederá ahora que se confirmó que Tecnoradio declinó pagar la contraprestación (288 millones de pesos) de las 37 frecuencias que ganó, precisó que el IFT mantiene el proceso abierto para que a partir de la información que presentó el participante, determine las irregularidades en las que incurrió y definir si solo procede la descalificación y el cobro de la garantía de seriedad impuesta.
El IFT ha dicho que el proceso no está cerrado y que en la medida en que vaya obteniendo información puede ejercer las consecuencias para este participante; si proceda la descalificación, o si será necesario, conforme a las bases de licitación en faltas que causen acciones civil o penal.
El Subsecretario afirmó que en las partidas que quedaron firmes y donde no existieron temas controvertidos, resultó un acierto del IFT haber adjudicado las frecuencias de AM y FM licitadas y abrir el mercado a nuevos participantes, «es un triunfo, un hito histórico»; ahora habrá que analizar cómo se puede mejorar o refinar para siguientes licitaciones los candados para evitar resultados negativos.
Finalmente destacó que también el IFT deberá analizar si los participantes que presentaron las segundas propuestas más altas, presentaron su manifestación de interés en tiempo y forma para estar en condiciones de en ausencia de la primer propuesta, adjudicarse la frecuencia en cuestión.
C$T-EVP