Necesario un nuevo marco regulatorio para la convergencia.
Para que la cobertura de 4G alcance el 95 por ciento de la población de América Latina y el Caribe y que el 65 por ciento de los hogares esté cubierto por fibra, será necesaria una inversión aproximada de 161 mil millones de dólares hasta el año 2025.
Esta inversión estimada, subraya el estuio Nuevo Marco Regulatorio para la Convergencia.
,representa un esfuerzo inversor superior al tendencial y supondría que los hogares pasados con fibra se multipliquen por tres y la disponibilidad de servicio de banda ancha móvil crezca un 50 por ciento.
“Las inversiones en infraestructura de telecomunicaciones en América Latina han sido cuantiosas. Sin embargo, el crecimiento del tráfico, la evolución tecnológica y el objetivo de contar con infraestructuras de clase mundial, obligarán a acelerar los despliegues en los próximos años para que América Latina y el Caribe pueda converger con regiones de vanguardia y no sufra una pérdida irrecuperable de competitividad”.
El documento elaborado por el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (Cet.la), detalla que esta inversión permitiría objetivos clave como alcanzar la práctica universalización del acceso a la banda ancha en la región y aumentar drásticamente la cobertura de la banda ancha móvil.
Asimismo, fomentar la disponibilidad masiva de tecnologías como 5G que permitan prestar servicios convergentes de alta calidad, e impulsar el despliegue de redes de fibra que permitan proveer servicios de datos con velocidad Gigabit.
“Tomando como referencia la línea base de inversión de los operadores en la región, para poder alcanzar dichos hitos de cobertura y despliegue de infraestructura, se estima que se requeriría una inversión adicional al aporte esperable del sector privado de aproximadamente 61 mil millones de dólares”.
El Cet.la señala que la modificación de los hábitos de consumo y las necesidades crecientes de despliegue de infraestructura ponen de relieve la urgencia de acometer transformaciones estructurales asociadas a la convergencia y a la conformación de un nuevo ecosistema digital.
“Se constata que el marco normativo e institucional vigente en América Latina y el Caribe no se ha adaptado plenamente a la nueva realidad circundante, por lo que se torna imprescindible emprender una reforma estructural de las agendas regulatorias y de política pública con el objetivo de poder afrontar los retos existentes y futuros con eficacia y agilidad”.
El documento destaca que este nuevo marco regulatorio para la convergencia debería tener como objetivos primordiales incentivar la innovación, la inversión y el despliegue de infraestructuras y promover un entorno de competencia efectiva que sea equilibrado.
Asimismo, migrar hacia un modelo de regulación sectorial más liviano; ajustar las excesivas cargas fiscales y de retribución por espectro, y en último término avanzar en el cumplimiento de objetivos de alto impacto social, tales como lograr la inclusión digital de la población.
“En cuanto a los principios fundamentales que deberían guiar el diseño de dicho marco regulatorio, cabe destacar la necesidad de dotar al sector de estabilidad y predictibilidad, sin pérdida de flexibilidad y agilidad, y el hecho de adoptar un marcado enfoque pragmático y prospectivo y una ejecutoria flexible, ágil y efectiva”.
Siguiendo estos criterios generales, el Cetl.la propone siete áreas de alto impacto que deberían formar parte de una agenda regional para la convergencia. Asimismo, en cada una de ellas, se da forma a una serie de recomendaciones de medidas y acciones a implementar.

C$T-GM