El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debe tener una participación proactiva en la redacción final de la iniciativa de la Ley Federal de Ciberseguridad, dada la importancia que este tema significa para el futuro de las telecomunicaciones, el ordenamiento jurídico nacional aplicable y la actividad del propio órgano regulador.
Así lo considera el Consejo Consultivo del IFT (CCIFT) en una recomendación en la que expresa que el instituto debe buscar que en todo momento la norma que se desarrolle en pro de la ciberseguridad no invada competencias que le corresponden en exclusiva y como garante de los derechos de los usuarios en términos de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Asimismo, el grupo de especialistas señala que es vital que se considere la participación del Instituto en el ámbito de su competencia para contribuir a la ciberseguridad en el país con sus capacidades regulatorias, humanas y técnicas, así como para coadyuvar y promover la ciberseguridad en el país.
La participación proactiva del IFT en torno a la creación de la legislación en materia de ciberseguridad, propuesta por diferentes partidos políticos, también es sustancial para garantizar que dicho marco promueva la coordinación de las autoridades a nivel nacional e internacional y que no duplique las obligaciones en materia de colaboración con la justicia que prevé la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión en su Título Octavo.
Además, es importante que se considere la importancia de tener presente el desarrollo tecnológico y la innovación por una parte para garantizar que sus disposiciones sean generales y abstractas y por otra para que las medidas que se adopten no sean excesivas y generen obstáculos a la innovación.
El Consejo Consultivo del IFT refiere que en este momento, tanto a nivel federal como estatal se tienen identificadas alrededor de 24 iniciativas en los congresos locales y el federal.
Explica que una de las principales razones por las que, a pesar de haber existido múltiples intentos en otras legislaturas y sexenios por contar con una normativa enfocada al cien por ciento en la materia, el desconocimiento del funcionamiento de la tecnología ha sido una barrera importante.
Por ejemplo, la iniciativa presentada en octubre del 2015 por el entonces Senador del PRI Omar Fayad, que prácticamente criminalizaba a la tecnología en sí misma al darles el carácter de “arma informática”.
Más aún, esta propuesta que al final tuvo que ser retirada, atentaba contra derechos fundamentales como la libertad de expresión al incorporar los tipos penales de terrorismo informático, la intimidación, divulgación indebida de información y una recopilación excesiva de información de los usuarios.
Por otro lado, el CCIFT subraya cómo el término Delito Cibernético o Ciberdelito, ya se encuentra definido en el documento de la Estrategia Nacional de Ciberseguridad, que no ha quedado sin efecto o ha sido modificado, entendiendo como éste a las “Acciones delictivas que utilizan como medio o como fin a las tecnologías de la información y comunicación y que se encuentran tipificados en algún código penal u otro ordenamiento nacional”.
“Entonces, la necesidad imperiosa de contar con una normativa enfocada a sancionar estas conductas, que ya se encuentran contempladas en diversos ordenamientos, hace plantearnos la verdadera necesidad de contar con una Ley Federal en la materia, y más importante aún, corroborar que se cuenten con las facultades precisas para un proyecto de norma con alcances tan amplios y dispersos”.
El CCIFT enfatiza que el estado de la ciberseguridad que guarda México actualmente es preocupante tanto del punto de vista nacional como el internacional, situación que se evidencia en documentos como “Internet Crime Report”, del FBI.
Este reporte muestra el estado que guarda la ciberseguridad en Estados Unidos en cada uno de sus estados, por tipo de crimen y también frente a otros países, y elabora estadísticas que muestran cuáles son los países que conforman el Top 20 por número de víctimas.
En los últimos tres años, México ha ocupado los lugares 7, 8 y 9 según el año en dicho reporte, junto con Brasil el cual se disputa el lugar año con año. De igual manera, en estadísticas como la realizada por Surf Shark se muestra cómo México forma parte del Top 10 de países por densidad de víctimas del cibercrimen.
Respecto a las estadísticas a nivel nacional, el “Estudio sobre ciberseguridad en empresas, personas usuarias de Internet y padres de familia en México”, de la Asociación de Internet MX, muestra que la preocupación más grande de los usuarios de internet es el fraude y la pérdida financiera, seguida por la suplantación de identidad, y la pérdida de información.
C$T-GM