La “relocalización” de las empresas (nearshoring) que buscarán mejores condiciones de producción y de exportación, además de las amplias oportunidades ya detectadas en la industria automotriz, también repercutirá en áreas como la fabricación de componentes tecnológicos y fabricación de equipos de cómputo, señaló en su más reciente estudio, el director General Adjunto de Análisis Económico y Financiero de Banorte, Alejandro Padilla Santana.
“Existe una clara señal de potencial importantísimo como lo determina el top five de inversiones en 2022, 2023 y lo que va de 2024, además de que entre las principales exportaciones mexicanas están los autos, 9.0 por ciento de ellas, están autopartes con 7.0 por ciento; vehículos pesados con 6.0 por ciento. Más industrias como la de computadoras con 8.0 por ciento; alambres y cables con 3.0 por ciento, las cuales se encuentran liderando también al sector exportador no petrolero”, precisó el economista.
El anuncio de Amazon de invertir 5 mil millones de dólares en los siguientes 15 años en Querétaro, es un buen indicio de importantes proyectos de inversión como otros ya conocidos en la industria automotriz, que generan todo un potencial en su entorno, porque “no solamente llega una gran empresa y se ubica, sino también de toda la proveeduría, logística y transporte que requieren.
Padilla Santana habló de las oportunidades que se generan en materia de componentes tecnológicos, derivado de las “tensiones” surgidas entre Estados Unidos y China, lo que propició que desde el 2023, el principal socio comercial de México “empuje” el programa CHIPS Act (CHIPS and Science Act of 2022, o H. R. 4346).
“Busca traer la producción de semiconductores y de alta tecnología que se producen en Asia de regreso a Norteamérica, con una inversión de 52 mil millones de dólares en subsidios para apoyar el desarrollo y adopción de tecnologías de telecomunicaciones y semiconductores, y eso va a ayudar mucho a México para poder integrarse comercialmente aún más con Estados Unidos”, indicó el directivo.
En términos generales, el equipo de expertos de la firma financiera ante representantes de la Coparmex Ciudad de México, explicaron que el crecimiento inercial de las exportaciones no petroleras de México será de 35 mil 200 millones de dólares anuales hacia los próximos 5 años, cifra que se potenciará con los 33 mil 600 millones de dólares producto del nearshoring, que en el próximo quinquenio sumaría 168 mil millones de dólares de ingresos como ganancias potenciales.
Padilla Santana detalló que México está ante la gran oportunidad de obtener ganancias potenciales producto del nearshoring de poco más de 168 mil millones de dólares en los próximos cinco años, lo que equivaldría a alcanzar un incremento de 30 a 40 por ciento en los niveles que actualmente tiene la economía mexicana, perspectiva apalancada en los anuncios de Inversión Extrajera Directa por más de 100 mil millones de dólares para los siguientes tres años.
El nearshoring es un catalizador importante para nuestro país, expresó a los empresarios de la capital del país, a quienes destacó como una oportunidad que vale la pena entender con sus desafíos, pero sobre todo por las oportunidades que puede traer la relocalización de empresas que se encuentran en Asia hacia sitios más cercanos al mercado más grande del mundo.
No obstante, también fue enfático en los desafíos que tiene la economía mexicana, “cuellos de botella”, en materia de infraestructura, falta de acceso a agua y electricidad, estado de derecho, así como escasa mano de obra calificada en algunas regiones del país, además de necesidades de logística, almacenamiento y transporte.
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