En México, las personas confían en el sector de Tecnologías de la Información (TI) aún más que el promedio global, incluso la mayoría cree que la tecnología podría tener un impacto positivo en resolver desafíos sociales urgentes en diferentes áreas, aunque también se tienen preocupaciones relacionadas con la privacidad de los datos y la ciberseguridad.
Después de una década de confianza volátil en la tecnología a nivel global, este sector ha recuperado credibilidad y en 2022 es la industria que inspira más confianza en México, con 87 por ciento, un índice mayor al promedio global, que es de 76 por ciento, y superior al de sectores como alimentos y bebidas, 85 por ciento; retail, 79 por ciento y bienes de consumo 78 por ciento.
De acuerdo con el Reporte Especial de Tecnología del Edelman Trust Barometer, en promedio, a más del 82 por ciento de los mexicanos les preocupa la privacidad de datos, el 80 por ciento considera a la ciberseguridad como un problema importante y 80 por ciento le teme a la desinformación o noticias falsas como una amenaza táctica.
“En el tema de la privacidad, está el riesgo de que el comportamiento en línea sea monitoreado sin consentimiento y que los datos se utilicen negativamente en algunas situaciones, como por ejemplo que se les llegara a negar una oportunidad de trabajo o una solicitud de seguro o crédito. En los mercados considerados desarrollados, la preocupación es del 69 por ciento; en los países en desarrollo, del 78 por ciento”.
Por el lado de la seguridad, están las actividades de los hackers, ciberataques, o que alguna empresa de tecnología extranjera pueda comprometer la seguridad nacional, además del riesgo de que las empresas de tecnología en México suministren productos de tecnología militar a otros países.
Otra de las preocupaciones, para el 72 por ciento de los mexicanos, es que tecnología como los “deepfakes” haga que sea imposible saber si lo que la gente está viendo o escuchando es real o no; y el 59 por ciento de los empleados mexicanos están preocupados, más que el promedio mundial, de que la tecnología o la Inteligencia Artificial (IA) pueda hacer el mismo trabajo o incluso mejor que el que hacen ellos.
Entre los hallazgos se destaca que ahora la tecnología abarca un margen más amplio en la mente de las personas, más allá del software y el hardware, incluyendo también las redes sociales y las apps digitales, así como una división entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, en términos de confianza: escepticismo sobre el impacto o entusiasmo con las promesas de la innovación tecnológica.
“En promedio, los mexicanos confían más en la tecnología nacional que en la extranjera. El índice de los que confían en las empresas en México es del 71 por ciento y los que confían en la tecnología extranjera suman un 65 por ciento”.
Los principales motivos de ello son: falta de confianza en los gobiernos extranjeros, 50 por ciento; preocupación por las leyes de protección de datos adoptadas, 42 por ciento; y la creencia de que los gobiernos extranjeros tendrían acceso a los datos de los usuarios mexicanos, 37 por ciento.
Además, 66 por ciento de las personas entrevistadas siente que el gobierno no tiene una comprensión adecuada de la tecnología emergente para regularla de manera efectiva, mientras que a escala mundial, el 56 por ciento siente lo mismo.
No obstante, la mayoría cree que la tecnología podría tener un impacto positivo en resolver desafíos sociales urgentes en diferentes áreas, como competitividad económica, 83 por ciento; calidad de la información, 81; acceso al sistema de salud y a trabajos mejor pagados, 79 por ciento.
Asimismo, los que piensan que podría ayudar a mitigar las consecuencias del cambio climático, 71 por ciento; tendría un impacto positivo en las recesiones económicas y combatir los prejuicios y la discriminación, 69 por ciento, así como combatir escasez de alimentos, con 66 por ciento.
C$T-GM