La “incivilidad” es una constante en las redes.
En el ámbito físico como en el digital, la civilidad es un comportamiento esencial que contribuye al bienestar y la armonía social; sin embargo, la realidad nos lleva a pensar que se trata de una condición cada vez más utópica y que en la era digital, la ira, es una lamentable constante.
El Índice de Civilidad Digital, que mide el tono de las interacciones en línea a nivel mundial, señala que los sitios de redes sociales son los lugares más frecuentes para recibir maltrato e incluso agresiones por apariencia física, orientación sexual, identidad de género, ideología política y religión.
Con un altísimo 75 por ciento, México se coloca en el lugar 17 de 25 países encuestados sobre los riesgos de la incivilidad digital como mensajes sexuales no deseados, estafas, fraudes y acoso online.
La cultura de la civilidad digital se puede y se debe construir día a día mediante el respeto al pensamiento ajeno, impulsando un comportamiento basado en la empatía, la compasión y la amabilidad. Al principio y al final, el cambio está en cada uno de nosotros.
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