Mientras el mundo avanza a velocidades inimaginables en materia de Inteligencia Artificial (IA) y la ciberseguridad constituye un reto mayúsculo para Estados, empresas y personas, es claro que en México se requiere un nuevo paradigma de gobierno y legislativo que permita crear una regulación eficiente en el primer caso, así como una Estrategia Nacional clara para enfrentar los desafíos en materia de seguridad informática.
Durante el primer día de trabajo de la Convención Nacional Canieti, realizada en León, Guanajuato, los especialistas convocados coincidieron en la relevancia de la IA y de la ciberseguridad, como potenciadores y garantes del desarrollo del país, entendidas como elementos centrales de las telecomunicaciones y tecnologías transversales que inciden en todos los ámbitos del desarrollo productivo.
Al moderar el panel “Las tecnologías de la información como motor del mundo; tendencias y desafíos para los próximos 10 años”, Salma Jalife, presidenta de Centro México Digital, puso sobre la mesa el tema de las brechas que existen en materia de género, ya que sólo tres de cada 10 estudiantes de carreras STEM son mujeres y de ellas apenas 1.5 llegan al ejercicio profesional.
En el encuentro organizado por la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), refirió también que hay otras brechas como la de habilidades digitales y conectividad que se evidencian en los resultados del Índice de Desarrollo Digital Estatal 2023.
El reciente reporte del Centro México Digital dejó ver que “hay básicamente dos Méxicos… bueno hay muchos más, pero para este caso hay dos: uno conectado con capacidad de desarrollo y otro no conectado que se está rezagando cada vez más”.
La especialista coincidió con la senadora del PVEM, Alejandra Lagunes, secretaria de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara Alta, quien indicó que para los gobiernos de América Latina y el Caribe (incluyendo México), el reto es mayúsculo, pues en materia de transformación digital “partimos de un piso que no está parejo en esta nueva era, si comparamos el Norte global con el sur global”.
En el caso de México, además, se debe tener en cuenta que el 30 por ciento de las personas en México no tienen conectividad y el 70 por ciento carece de un servicio de internet de alta velocidad, lo cual también es inaceptable.
Además, muchas personas carecen de las habilidades digitales necesarias para beneficiarse de la transformación digital y herramientas poderosas como la inteligencia artificial. Por ejemplo, el 80 por ciento de las transacciones económicas todavía se hacen con dinero físico, porque hay un “déficit de confianza en las herramientas digitales”.
La IA puede generar grandes beneficios pero también puede producir algunos riesgos importantes, por lo cual es necesaria una regulación adecuada que garantice la seguridad de la ciudadanía, sin frenar el desarrollo de esta tecnología. En su esquema actual, los cambios legales son demasiado lentos y por ello se deben encontrar otras alternativas.
Gobierno y legislatura, deben trabajar para crear un marco legal flexible y ágil, que garantice la gobernanza y afronte de manera eficaz los riesgos inherentes a esta tecnología; por ejemplo, el riesgo a la democracia, con la posible producción de imágenes, audios y noticias falsas de candidatos que pueden incidir negativamente en el ámbito político el próximo año.
En su intervención, Ana de Saracho, directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista de Telefónica Movistar México, señaló que, en materia de ciberseguridad, se debe partir de una Estrategia Nacional clara que garantice la seguridad del Estado, de las empresas y de las personas en particular, cuidando sus derechos humanos.
Al participar en el panel “Regulación adecuada y alcances de la ciberseguridad en un entorno globalizado”, la ejecutiva señaló que algunos ejemplos positivos de cómo establecer una regulación de esta naturaleza, se pueden ver en el Reino Unido (que ha realizado un plan a cinco años muy interesante) o Costa Rica, que también tiene muy claros los objetivos.
Lo primordial, dijo, es contar con dicha estrategia para orientar acciones y que la regulación no sea tanta que ahogue el crecimiento económico, ni tan escasa que no consiga sacar a México de los primeros lugares entre los países con el mayor número de ciberataques en el mundo.
No se debe perder de vista que esta ruta debe llevar consigo un trabajo específico para acabar con las brechas como la de género y la de cobertura, pero también debe ir acompañada por una alfabetización digital importante, porque todavía hay muchas personas que a pesar de tener conectividad, no usan internet porque no saben cómo hacerlo y eso los vuelve muy vulnerables en materia de ciberseguridad, enfatizó.
La estrategia, explicó, debe tener en cuenta que lo que se regule no necesariamente va a servir, o bien que se termine por regular innecesariamente, ante lo cual es clave que una futura legislación parta de la Estrategia Nacional, sin que deba “inventarse el hilo negro”, pues muchas empresas ya abordan el tema con el interés de cuidar los datos de sus clientes.
No obstante, debe insistirse en la alfabetización digital, porque muchos ataques a empresas o dependencias vienen de colaboradores individuales que caen en tretas de phishing, tan elementales como inventar que su hijo se lastimó en la escuela y necesitan sus datos; o bien padres de familia que piensan que su hijo está en su cuarto (el lugar más seguro del mundo) y en realidad está abriendo enormes puertas de ciberseguridad.
C$T-GM