Desplazará uso de contraseñas.
La biometría, que usa las características físicas de una persona para autentificar su identidad, se perfila como una una de las herramientas tecnológicas más prometedoras en el arsenal de seguridad contra el fraude que marcará la transformación de la banca y el comercio electrónico.
En opinión de David López director de ventas para Latinoamérica de Easy Solutions, este tipo de tecnología impulsará cambios importantes en el uso de los diversos tipos de autenticación antifraude que han estado durante mucho tiempo en la primera línea de defensa.
Para el directivo, las contraseñas son elementos tradicionales en materia de seguridad; sin embargo, su papel es “imperfecto”, pues no sólo es posible evadirlas mediante ataques de phishing, sino que además representan una serie de complicaciones para los usuarios que poseen una gran cantidad de cuentas bancarias, correo electrónico y de redes sociales.
“El moderno usuario de Internet tiene que memorizar las contraseñas de hasta 92 cuentas en promedio. La biometría promete eliminar la necesidad de memorizar múltiples contraseñas y la insegura práctica de reciclarlas, lo cual deja a los usuarios vulnerables a un ataque de fraude”.
Este tipo de contraseñas, así como los códigos de un solo uso entregados por SMS, que no están encriptados y que son propensos a la interpretación, serán considerados métodos de autenticación obsoletos y antiguos.
Por su parte, los llamados “llaveros clave” como los que emiten los bancos desde hace más de una década y que son utilizados para generar números aleatorios que sirven para verificar una transacción, ya se han visto comprometidos varias veces en ataques de phishing a gran escala.
“Afortunadamente, la autenticación biométrica no requiere que los usuarios memoricen contraseñas complejas o lleven algo con ellos a donde quiera que vayan”, agregó el ejecutivo de Easy Solutions.
Otro aspecto en el que la biometría beneficiará a los usuarios es la posibilidad de integrar altos estándares de seguridad en sus rutinas bancarias sin que ello afecte la experiencia de uso.
Ello, es impulsado en buena medida por los nuevos hábitos digitales de los usuarios y la creciente oferta de teléfonos inteligentes que incorporan tecnología que permitir la autenticación biométrica como escáneres de huellas dactilares, grabadoras de voz y cámaras.
“Cuando los clientes saben que están protegidos por una autenticación sin complicaciones se sienten más seguros, realizan más transacciones y usan más servicios digitales, lo que tiene el agradable efecto secundario de ayudar a los bancos a ganar más dinero”.
Por otro lado, la misma tecnología de autenticación biométrica que puede hacer que las transacciones sean más seguras también puede generar innovación en la forma en que los bancos brindan servicios financieros a los clientes, concluyó López.
C$T-GM