Estiman cierre de 2.7 millones de empresas formales.
Las tecnologías digitales están cumpliendo y van a tener un rol muy importante en la recuperación económica de América Latina, por lo que es oportuno impulsar «agendas digitales como agendas de desarrollo», pues se estima que la pandemia dejará un enorme cierre de empresas así como la cancelación de millones de puestos de trabajo, precisó Fernando Rojas Mejía, Asistente Senior de Asuntos Económicos, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Aunque en los últimos meses en los que la gente ha tenido que estar bajo confinamiento, hemos visto cómo gradualmente se ha generalizando el teletrabajo, la teleducación, la telemedicina, así como también se ha acelerado el proceso de digitalización en el ámbito productivo, “los beneficios que se derivan del uso de las tecnologías no están al alcance de todos”.
El especialista explicó que eso se debe principalmente a dos aspectos: el primero vinculado más directamente con el propio acceso a las tecnologías, y el segundo relacionado con los factores estructurales, como los niveles de informalidad y la estructura productiva características recurrentes en la región.
“En varios países de la región las brechas urbano-rural (con la pandemia) han llegado a duplicarse incluso presentando diferencias de más de 35 puntos porcentuales, ni siquiera 35 por ciento, 35 puntos porcentuales lo que es el acceso en las zonas urbanas respecto a las rurales”.
Se tiene estimado que únicamente 21 por ciento de las personas puede realizar teletrabajo y la mayor parte de este grupo está concentrado en los quintiles más ricos; pero “aquí se ha combinado justamente el tema de acceso y factores estructurales como altos niveles de informalidad” en el ámbito económico.
Por otro lado, “hemos visto que 46 por ciento de los niños y las niñas de entre 5 y 12 años vive en lugares que no están conectados; en el caso de Paraguay, Salvador, Bolivia, Perú más del 90 por ciento de los niños que viven en hogares pobres no están conectados”, precisó al participar en el panel virtual «Transformación Digital en Mesoamérica, de Telesemana y 5G Americas».
América Latina llegó a la pandemia tras varios años de bajo crecimiento, aumento de la pobreza y desigualdad persistente, reforzando los círculos viciosos originados por brechas estructurales presentes desde varios años atrás en varios países de la región.
“En la Cepal hemos estimado que se va a dar el cierre de aproximadamente 2.7 millones de empresas formales como efecto de la pandemia, de este total unas 2.6 millones son microempresas… En lo que no se avanza mucho es en la digitalización del proceso productivo mismo, que es con lo que se tendría un mayor impacto en los niveles de productividad”.
Este escenario tendrá una fuerte incidencia en el empleo de la región que registrará una pérdida de 8 millones de puestos de trabajo, lo que también repercutirá en los niveles de pobreza, que alcanzaría un 38 por ciento. “Es decir, 231 millones de personas en situación de pobreza y 96 millones en situación de pobreza extrema”.
Ante este panorama, el especialista enfatizó que la digitalización, que es un habilitador del desarrollo, debe estar presente en la elaboración de políticas públicas, que eviten profundizar las brechas existentes y limitar los avances que hay en términos de desarrollo social.
Bajo este escenario resulta imprescindible que las agendas digitales, “las debemos considerar como agendas de desarrollo y el tema de digitalización tiene que estar incorporado en todas las políticas públicas que estén orientadas al desarrollo económico y social”, precisó el especialista en asuntos económicos.
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