La falta de atención y visión de género en los medios de comunicación ha sido la constante en la cobertura sobre la violencia contra las mujeres, y aunque en el entorno digital existe mayor visibilización a través de redes sociodigiales, hay casos que son despojados de toda carga emotiva, debido a la viralidad y fugacidad a la que es sometida la información.
“Estamos en un extremo de la visibilización, porque antes no se hablaba de esto, no se nombraba y ahora se nombra tanto, con estas estrategias de visibilización que se utilizan en redes sociales, que terminas olvidándote de ello. Una de las varias características que tiene el espacio digital es esta, la fugacidad”, aseveró Alejandra Collado, investigadora postdoctoral en el CIEG de la UNAM.
La experta del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM explicó que un feminicidio que por ejemplo, se difunde en los medios tradicionales y digitales ahora se viraliza a través de plataformas como Twitter, Facebook, Instagram o TikTok, que le quitan la carga emotiva o política y le van restando importancia.
Sin embargo, recalcó que el espacio digital no es distinto del espacio que ocupamos de manera cotidiana, porque ambos están totalmente vinculados, por tanto en el ámbito digital se replican las violencias que se viven en el ámbito presencial.
En 2021, el INEGI reportó que en México 9.7 millones de mujeres, niñas y jóvenes de 12 años y más, fueron víctimas de ciberacoso, y el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) reportó que 40.3 por ciento de las mujeres víctimas enfrentaron insinuaciones o propuestas sexuales.
De acuerdo con la clasificación realizada por Luchadoras, en conjunto con Social TIC y la Asociación por el Progreso de las Comunicaciones, existen 13 formas de agresión contra las mujeres ejercida a través de las tecnologías: acceso o control no autorizado; control o manipulación de la información; Suplantación y robo de identidad.
Asimismo, Monitoreo y acecho; Expresiones discriminatorias; Acoso; Amenazas; Difusión de información personal o íntima; Extorsión; Desprestigio; Abuso sexual relacionado con la tecnología; Afectaciones a canales de expresión, y Omisiones por parte de actores con poder regulatorio.
El propio ámbito digital, enfatizó Alejandra Collado, es una herramienta para seguir perpetuando determinadas violencias, pues “estamos en un momento de likes y eso se ha convertido, digamos (para algunos directivos o medios hegemónicos), en una ganancia económica”.
Alfabetización mediática y de género para toda la sociedad
Si bien hay que preparar a los profesionales de la comunicación para el manejo de la violencia con perspectiva de género, del lado de los consumidores también se necesita concientización respecto a los contenidos que comparten a través de redes sociales, pues de acuerdo con la especialista se olvida que como consumidores y audiencias también existe una responsabilidad sobre lo que se comparte.
No sólo los nativos digitales, quienes además crean y difunden contenidos propios, representan un gran reto, sino todas las personas que necesitan de una alfabetización mediática y de género para evitar que la violencia contra las mujeres en el ciberespacio se perpetúe con acciones intencionales o no.
“Hay generaciones que lo tienen muy claro y aún así eligen reproducir cosas que han visto con sus amigos, con sus amigas, en sus propias familias… atender solamente de lo digital se queda corto porque tendría que ser institucional, de difusión de información, de educación”.
El experto en protección de datos y Derecho Digital, Javier Martínez Cruz, recalcó la necesidad de una Carta de Derechos Digitales que sea el piso donde se pueda dar una discusión sobre los temas de violencia digital, que hable de los grupos vulnerables como las mujeres, menores de edad, adultos mayores e incluso la ciberseguridad.
“Seguimos en deuda, porque ya vimos que la Ley Olimpia o las modificaciones a los códigos penales no han suspendido este actuar violento y sigue siendo el pan nuestro de cada día estar viendo cómo se ataca a mujeres, a grupos vulnerables. Tenemos retos fundamentales, las policías cibernéticas siguen sin saber cómo actuar”.
El “Código de ética para la prevención de la violencia digital contra las mujeres. Uso y consumo seguro de los servicios de telecomunicaciones”, del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), considera como una de las acciones de prevención no reproducir contenido discriminador.
Asimismo, recomienda no difundir o celebrar memes, comentarios, opiniones u otras formas de información que reproduzcan discursos de odio; ni almacenar, reproducir o compartir contenidos sexuales, así como reportar el robo de información personal que puede ser usada para intimidar, acosar u hostigar.
¿Cómo se ejerce la violencia en el ámbito digital?
De acuerdo con un estudio de AVAST, el 77 por ciento de las personas entrevistadas en México que han revisado el teléfono de su pareja están de acuerdo en que no tienen derecho a acceder al dispositivo de la misma sin permiso, y el 39 por ciento de quienes sostienen una relación, han accedido a los dispositivos móviles de sus parejas sin su consentimiento.
Sin embargo, no todas las personas que revisaron el dispositivo de sus parejas tuvieron que hacerlo furtivamente; el 36 por ciento conocía el código de acceso porque su misma pareja se las dio en el pasado, mientras que un tercio no la necesitó porque el teléfono no estaba protegido por alguna contraseña.
Alejandra Collado, especialista de la UNAM, consideró que mientras sigan existiendo las manifestaciones materiales de la violencia, continúen los “show” de los feminicidios en los medios de comunicación, la violencia en el ámbito digital difícilmente va a disminuir o a ceder, sino que se recrudecerá y se fortalecerá al mismo tiempo.
“Son muchos flancos que se tendrían que trabajar desde el mismo lado, no solamente lo legislativo, no solamente los medios. Hay una ley ya que es para que los medios no compartan esta información y estas imágenes (de feminicidios) y la verdad es que no ha pasado mucho al respecto”.
C$T-GM