Tan solo en 2023 se crearon 60 nuevas profesiones relacionadas con el mundo digital; en ese sentido, las personas que egresaron de la universidad hace tres años, pueden estar tan desactualizadas hoy como quienes lo hicieron hace 30; de ahí la importancia de la constante capacitación para mantener la competitividad en el mercado laboral, incluso cuando es necesario reinventarse frente a la desaparición de la profesión que se haya elegido para vivir.
Y si bien numerosas profesiones quedarán en el olvido en un plazo relativamente corto debido a la creciente disrupción de la tecnología, surgirán muchas más de las que están condenadas a desaparecer. La clave está en la voluntad de las personas para continuar su actualización constante, aseguró Miguel Alegre, director general de ISDI Digital Business School.
En entrevista con Consumo TIC, recordó que en el Mapa de Profesiones Digitales 2023 que ISDI dio a conocer en noviembre pasado, se advierte que en el mundo digital hay una gran necesidad de profesionales para nuevas especialidades (muchas de ellas con expectativas salariales muy atractivas), al grado que la institución a su cargo, se ve obligada a actualizar sus programas de estudio hasta en 40 o 45 por ciento de sus contenidos de un ciclo al siguiente.
Por si este panorama no fuera suficientemente retador, debe tomarse en cuenta que hacia el año 2050, la esperanza de vida podría llegar a una media de 88 años, lo cual significa que quienes egresaron en 2020 de la universidad, podrían vivir tal vez 90 años, lo que implicará una vida laboral mucho más prolongada que la de los baby boomers o la generación X y por lo tanto tendrán que capacitarse todo el tiempo.
Además, “los analfabetas del siglo XXI serán los que no se adapten o no logren adaptarse a un proceso de aprendizaje constante, porque la capacitación continua será la única forma de mantener la calidad de vida, la productividad y la competitividad profesional”.
Sin embargo, la buena noticia es que hoy existen numerosas opciones para capacitarse en programas académicos con acompañamiento o de auto aprendizaje, presenciales, en línea, mixtos, gratuitos o de paga, que van desde lo más sencillo hasta lo más completo ya sea para evolucionar en la propia actividad o bien para iniciar un nuevo camino.
En materia educativa, lo importante es ser flexibles y contar con un claustro de profesores “que trabajen en lo que nos vienen a enseñar y que no sólo conozcan la teoría a 300 mil pies de altura y que además se capaciten de manera constante”; incluso, que puedan ajustar sus materias a fondo a mitad de un curso, cuando la disrupción de la tecnología lo obligue, pues “de nada sirve que nuestros egresados aprendan una tecnología que quedará obsoleta cuando hayan terminado sus cursos”.
Miguel Alegre consideró que si bien es muy importante identificar las grandes tendencias por las que transitará el desarrollo de la tecnología en el corto y mediano plazos, como el caso del blockchain, la inteligencia artificial, la ciberseguridad, el IoT, el mundo de los datos y otras, lo más relevante es tener la convicción y la actitud de aprender constantemente, así como la valentía para “aprender desde cero”, en el caso de personas de entre 40 y 60 años, que se educaron en un sistema donde se pensaba que al terminar la carrera profesional se ingresaba a un empleo y ya no era necesaria mayor capacitación.
Con la evolución constante y exponencial de la tecnología, hay que seguir aprendiendo todo el tiempo y abrazar conceptos como el “Upskilling” (adquirir nuevos conocimientos del propio campo de experiencia), “Reskilling” (adquirir otros conocimientos que le den una nueva oportunidad a aquellos cuya profesión está en riesgo o bien que no les gusta) y el “Preskilling” (que se enfoca más en las competencias, que en el conocimiento duro).
Respecto a la distancia que existe entre los modelos educativos tradicionales y la educación tecnológica, dijo que sí es posible conciliar la exigencia de los primeros y el dinamismo de los segundos, si bien se requiere “tejer fino” para lograrlo, con mucha comunicación e intercambio entre instituciones y autoridades educativas, antes de llegar a un justo medio.
C$T-GM