A medida que empresas como Google, Apple y Tesla, han acaparado los titulares de los últimos años anunciando que ya no exigirán títulos universitarios para contratar personal, es posible observar cómo crece el atractivo de micro credenciales y otros modelos de certificación y formación basados en competencias.
En opinión de Lucía Beltrán Rocha, Directora Académica de CETYS Universidad Campus Ensenada, las microcredenciales o certificaciones digitales, jugarán un papel relevante para que las y los estudiantes tengan acceso a un aprendizaje flexible y asequible, bajo la promesa de un mejor desarrollo en un mercado laboral que exige habilidades básicas pero también digitales.
“Mientras más burocrática o mientras más rígida sea la forma en que enseñamos, mucho mayor será la falta de oportunidad de estar ahí presentes, para seguir formando y capacitando a profesionistas, no sólo a los estudiantes… Las micro credenciales, las certificaciones, las especializaciones son temas que tenemos que estar abordando”, aseveró la docente.
Destacó que ahora no sólo se trata de la forma en que se entrega el servicio educativo, sino quién y cómo lo entrega; si hablamos de entornos o modelos no convencionales de enseñanza, pensamos en un profesor con otras habilidades y competencias, capacidades y recursos pedagógicos y didácticos; y, en el caso de instituciones, de que hay que contar con una infraestructura con capacidad suficiente para que la experiencia del estudiante sea integral e innovadora.
Y es que el giro en esta perspectiva se tiene tanto desde las instituciones educativas como de los estudiantes de educación superior, pues de acuerdo con el reporte “Advancing Higher Education with Industry Micro-Credentials”, cada vez más se valora la adquisición de habilidades y competencias que la obtención de un título, precisó en entrevista con ConsumoTIC.
Los resultados del estudio, realizado por Coursera, señalan que el 90 por ciento de los estudiantes de todo el mundo están de acuerdo o muy de acuerdo que la obtención de un Certificado Profesional les ayudará a destacar ante los empleadores y conseguir un empleo cuando se gradúen.
En el mismo sentido, el “EDUCAUSE Horizon Report, Teaching and Learning Edition” 2022 reveló que el valor del título universitario tradicional lleva varios años en declive, y se está cuestionando “el valor inherente de un título como su importancia para conseguir buenos empleos”.
Es así que para la especialista, más allá de sólo entregar un título, las instituciones necesitan orientarse al logro de competencias y habilidades, que pueden ir acompañadas de un certificado que ayuda al estudiante a ir tomando estas pequeñas credenciales para poder salir con un conocimiento mayor.
“Algo muy relevante (para las instituciones educativas), y que tiene que ver con la flexibilidad, es la capacidad de moverse de manera rápida, dependiendo de lo que está ocurriendo en nuestra realidad, en nuestro entorno global, de lo que el mundo requiere y de lo que las organizaciones requieren”.
Sin embargo, también subrayó que en el proceso formativo en el nivel superior no sólo se trata de sumar competencias y habilidades, pues no se desvincula a la institución como tal de su misión de la formación integral del estudiante, como ser humano, y para ello la calidad educativa es esencial.
“La calidad educativa es el diferenciador sustantivo entre la oferta académica hoy y mañana, y las oportunidades que se le pueda brindar al estudiante cuando ingresa a la institución o universidad, respecto a la forma en la institución acredita, a través de terceros, procesos, programas académicos, así como con las alianzas con otras universidades son elementos clave”.
Beltrán Rocha recalcó que falta conjuntar esfuerzos entre entidades educativas, el gobierno y la iniciativa privada para seguir impulsando los logros obtenidos durante la pandemia, como se logró con la capacitación docente, así como para empezar a normalizar los modelos de aprendizaje híbrido y en línea, y tener otra mirada para lograr aprendizajes con métodos no tradicionales.
C$T-GM