La metamorfósis que han tenido algunos agentes económicos en el ecosistema digital ha creado un fenómeno de fuerza monopolística que provoca que ciertas plataformas digitales estén actuando como Meta Estados con poderes globales, lo cual exige adicionar mecanismos a la regulación vigente.
Desde la perspectiva de Ernesto Piedras Feria, director General de The Competitive Intelligence Unit (CIU), la expresión de que “lo que aplica al mundo físico, aplica para el mundo digital”, es real pero ha resultado insuficiente.
“Hoy lo que estamos viendo es la contracción del universo (digital) hacia fuerzas monopolísticas… un fenómeno de incubación de una fuerza monopolística dentro del mundo digital… que actúan como Meta Estados, con poderes globales”, aseguró Ernesto Piedras Feria, director General de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Al ser cuestionado sobre si las leyes actuales en materia de competencia, son adaptables o alcanzan para enfrentar las prácticas anticompetitivas y acciones monopólicas en las que están incurriendo algunas de las grandes plataformas digitales, tamién conocidas como «Big Tech», el especialista sostuvo que “la respuesta es no, por lo que es necesario hacerse de mecanismos adicionales”.
Al participar en el segundo día del Foro “Retos de la Competencia en el Entorno Digital 2023”, organizado por el IFT, aseveró que la regulación vigente ha resultado insuficiente, porque el mundo digital tiene canales, hábitos y mecanismos diferenciados, con un enfoque muy dinámico, pues toda su operación nace a partir del cambio tecnológico, un proceso que además modificará la configuración de los mercados, y que es “irreversible”.
Por ello se requiere tener, -particularmente el órgano regulador- algunos mecanismos adicionales, para esas plataformas digitales que actúan como “Meta Estados, con poderes globales”, que incurren en prácticas visiblemente anticompetitivas, casos en los que apremia actualizar la normatividad.
Es importante que autoridades regulatorias en México, como el propio Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) hayan levantado “banderas rojas” e iniciar investigaciones para mantener vigente su principal mandato, “tender el terreno parejo para todos”.
Así, la Separación Contable y la Separación Funcional son mecanismos para empezar a atacar la opacidad informacional en la que incurren la mayoría de estas empresas, frecuentemente bajo el argumento de que sus corporativos no se encuentran radicados en el mercado doméstico, además no cuentan con información primaria reportada a la BMV, como sí lo hacen los operadores de telecom y la mayoría de las empresas tecnológicas.
Portabilidad de interoperabilidad, obligaciones fiduciarias, transparencia de información, acceso a terceros, así como compartición de infraestructura y reforzar lazos institucionales, son algunas otras de las medidas regulatorias que se deberían de aplicar.
Lo idóneo sería que respondieran como sucedió hace tres años, cuando a plataformas de corto plazo se les solicitó que empezaran a pagar impuestos, y aunque su respuesta fue que no radicaban en el mercado mexicano, su reacción inmediata fue aceptar que jugarían “lealmente” y aportarían al fisco doméstico, pero eso no se puede esperar de corporativos que asemejan Meta Estados, y que se desconocen datos básicos como sus volúmenes de tráfico, de ingreso, de gasto y costo, entre otros.
“No se trata de frenar ni de sancionar, sino de aplicar lo que se debe hacer, es decir, lo que ha hecho el IFT que es tender el terreno parejo para todos».
Como caso de análisis, Piedras Feria citó lo sucedido en el mercado de la publicidad digital, donde apenas en el 2017, Google y Meta apenas captaban 27.4 por ciento, y en sólo cuatro años (en 2021) abarcan 56.1 por ciento, y dada la tendencia registrada, es de esperar que al cierre del 2023, acapare casi tres cuartas partes del gasto publicitario digital que se ejerce en México, “será como ver un Pac-Man comiéndose a la competencia”.
Para tener una idea más exacta de lo que pasa en este mercado, debe resaltarse que tan sólo estos dos jugadores acaparan ya el 82.4 por ciento de este mercado, por experiencia en el país se puede apreciar, que esto es el inicio de una estructura duopolica, pues con ese peso «sus incentivos a la colusión son inmensos», todo ello en detrimento de jugadores de la publicidad tradicional.
«El mundo no es binario, no es uno u otro», pero debe considerarse que la televisión abierta y de paga sigue siendo jugadores muy importantes, pues en el primer caso, se trata de un medio con una penetración de 98 por ciento de los hogares mexicanos (alrededor de 33 millones) y en casos de emergencias como lo recientemente sucedido en Acapulco, la radio mostró que fue la única opción de mantener comunicación permanente con la población.
C$T-EVP