Tras las recientes devoluciones de espectro por parte de dos de los principales operadores de telecomunicaciones en México, el IFT no tiene hasta el momento noticias de más renuncias de este tipo; sin embargo, los altos precios que se tienen que pagar en el país por este insumo básico para las telecomunicaciones, son un motivo para no descartar esa posibilidad.
“Hoy los tres grandes tenedores de espectro son AT&T, Telcel y Altán Redes, hasta el momento no tenemos mayor visibilidad de futuras devoluciones, pero no descartamos que puedan venir más renuncias de los títulos habilitantes que les permitían hacer uso del mismo”, sostuvo Alejandro Navarrete, titular de la Unidad de Espectro del IFT.
En diciembre pasado, AT&T México hizo efectiva la devolución de 10 MHz en la banda AWS, así como 3 MHz en la banda de 850 MHz; y aunque este movimiento es parte de su estrategia de portafolio relacionada con este recurso, reconoce que se tomaron en cuenta diversos factores, incluyendo, por supuesto el costo del espectro.
La suma total de los derechos anuales que se dejarán de percibir por la reciente devolución de espectro de AT&T asciende a 154.1 millones de pesos al año”, refiere el funcionario del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) al asegurar que aunque esta devolución no es tan grande como la de Telefónica, se suma a la pérdida que ya representaban las devoluciones anteriores.
“El problema es que las pérdidas no son en un solo golpe, sino que se van agregando una tras otra y se van acumulando. Hace algunos años se tenían 17 mil millones de pesos en ingresos por el uso del espectro, y ahora hay que irle restando estas nuevas cantidades derivadas de las devoluciones”.
De hecho, los altos precios del espectro radioeléctrico son el principal motivo por el cual Telefónica se vio en la necesidad de regresar este recurso, lo que representa una merma a los ingresos federales de aproximadamente 4 mil 500 millones de pesos anuales.
“Años van, años vienen y seguimos manifestando esto como una problemática. Hemos trabajado y seguiremos trabajando con la Secretaría de Hacienda, y aunque las áreas técnicas tienen mucha sensibilidad acerca de las propuestas, lamentablemente las que salen de la SHCP y que son enviadas al Congreso de la Unión, se pierden y el trabajo de meses queda ahí a pesar de que hay buena interacción y disposición”.
En los últimos cinco años, el IFT ha documentado y medido que el costo por el uso del espectro radioeléctrico para servicios móviles de telefonía e internet es muy alto con relación a las referencias internacionales, así como las consecuencias que esta situación genera en la efectiva inserción del país a la economía digital.
En junio de 2022, el instituto presentó a la Secretaría de Hacienda seis propuestas de modificaciones a la Ley Federal de Derechos (LFD) para el ejercicio fiscal 2023 encaminadas a actualizar y revisar a la baja el monto de los derechos que están establecidos para diferentes bandas del espectro radioeléctrico, en particular las relacionadas con los servicios móviles; sin embargo, sólo una se incorporó en el anteproyecto entregado al Congreso de la Unión.
“Lo hemos dicho antes, varias de las propuestas ni siquiera conllevan una pérdida fiscal”, una de ellas es reestructurar las cuotas de los derechos de las Bandas de 600 MHz y 800/850 MHz por Área Básica de Servicio (ABS) en lugar de Región Celular .
La propuesta del IFT estaba encaminada a realizar un rebalanceo que permitiera que el MHZ-POP o la cantidad a pagar por persona, se asociara a las ABS, con el fin de que en aquellas áreas económicamente más deprimidas, el costo por el uso del espectro fuera menor.
“Esto no fue incorporado para este año, pero vamos a seguir insistiendo, vamos a buscar todos los medios y formas de hacer patente esta dificultad. A pesar de que no tuvimos éxito en convencer a las altas autoridades de Hacienda y al Congreso de la Unión, sí es significativo que al menos se hayan presentado dos iniciativas de reformas a la LFD que consideraban tal cual las propuestas hechas por el IFT”.
Desde la perspectiva de Alejandro Navarrete, es importante reconocer que existe una sensibilidad creciente entre las y los congresistas en cuanto a la relevancia que tienen los derechos por el uso del espectro y cómo se están convirtiendo en una barrera artificial a la entrada de nuevos participantes al mercado, pero también es pieza clave en las renuncias de espectro.
Esto reduce o merma los ingresos del erario federal y por supuesto que se convierte en un desincentivo a la participación de los establecidos y potenciales proveedores de servicios en licitaciones de espectro radioeléctrico.
¿Podría ser 2024 el año en el que se vea una luz al final del túnel?
“Francamente espero que sí, la verdad es que cada año tenemos nuestra veladora prendida y hasta el momento no hemos tenido el éxito que hubiéramos esperado, pero vamos a seguir insistiendo, aportando elementos técnicos, argumentos y evidencias que nos permitan convencer a quienes tienen que tomar las decisiones finales, de la importancia de pasar de un esquema actual donde todos pierden a un esquema donde todos ganen”.
C$T-GM