El reciente rescate anunciado por el gobierno mexicano sobre Altán Redes, no acaba de ganar la confianza de los Operadores Móviles Virtuales (OMV), pues prevalece incertidumbre sobre “si el gobierno podrá mantener indefinidamente una empresa deficitaria”, además de la desconfianza que genera que el Estado ahora administre el negocio de la Red Compartida y al mismo tiempo sea regulador.
Para Juan Guillermo Vélez, director general de Virgin Mobile Latinoamérica, al ser la Red Compartida donde se aloja el mayo número de OMV de México, la intervención del gobierno no puede pasar inadvertida ya que puede “redefinir el campo de juego”.
«Los que llevamos años en esta industria hemos visto lo que ha ocurrido antes con las empresas estatales”, además de la inquietud que será ver cómo el gobierno se convierte en un jugador directo en este mercado y cómo puede llegar a influir, teniendo un doble papel, el de participante y el de regulador.
“Qué va a pasar con las operaciones del día a día de Altán, que pasará con su management. En todo esto hay un reto por mirar en lo que ocurrirá en México», precisó el directivo de uno de los jugadores más antiguos en el ámbito de los OMV en México.
Para el analista Jesús Romo, director de la consultora Telconomía, un elemento que puede contribuir a generar confianza en el sector, es que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) autorizó modificar los plazos de cobertura que tenía Altán, los cuales pasaron del 2024 originalmente pactado al 2028 para completar la cobertura del 92.2 por ciento de la población mexicana, es decir, ganó cuatro años más.
“Además ya emitió (el IFT) la opinión de competencia sobre el rescate, es decir, de la inversión del gobierno sobre esa red”, precisó el especialista al presentar el tema “Evolución y retos de los MVNO en México”, en el contexto del Foro Virtual MVNO & Redes Privadas 5G, organizado por TeleSemana.
Romo destacó que ahora, será importante observar cómo responden los OMV, pues en el periodo 2020-2021 un 48 por ciento de casi 25 empresas de este sector estaban con operadores tradicionales, pero recientemente, el volumen de las que sostienen tratos con Altán y que operan a través de la Red Compartida creció de manera consistente.
Será importante monitorear si deciden moverse a otra red o si tendrán alguna modificación los contratos que originalmente tenían con Altán Redes, “sobre todo en el acceso a la red”. De lo que hay certeza es que ahora el gobierno tendrá más influencia en el nombramiento de los directivos de la empresa que administra la Red Compartida, “la cual tiene un mandato constitucional, un contrato vigente”.
La pregunta también es hacia el futuro qué tanto la Red Compartida complementará la estrategia de conectividad del gobierno mexicano, una tarea que decidió pasarle a una subsidiaria del sector eléctrico, a CFE Telecomunicaciones Internet para Todos (CFE-TEIT).
«Mi teoría es que la tecnología LTE se volverá más importante para conectar», particularmente a comunidades hoy desconectadas, a través de esquemas vía satelital o de microondas entre otros. Pero lo relevante, dijo, será saber cómo se administrará la Red Compartida y si el rescate será duradero, para mantener el mandato de tener vigente una red mayorista, y sobre todo tener un proyecto que garantice continuidad.
Romo destacó los cambios observados en la política del gobierno federal, pues en noviembre de 2021, cuando se declaró Altán en concurso mercantil, no había señales de que las autoridades tuvieran intención de entrarle a un rescate, incluso como ni siquiera en la fase álgida de la pandemia se autorizaron estímulos fiscales para el sector industrial, pese a la complicadísima situación económica por la que atravesó el país.
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