Pronóstico económico reducido en lo doméstico.
La industria de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) este año enfrentará un escenario “adverso” derivado de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, mientras que en lo doméstico opera un sector empresarial inconforme con la dirección económica del país y su consecuente freno en las inversiones, lo que implicará tener un crecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional de solo 1.6 por ciento.
“El panorama económico global es adverso, particularmente por las tensiones comerciales entre EU y China; el mercado accionario estadunidense ha registrado caídas y el yuan registra variaciones abruptas, lo cual genera un panorama económico global un tanto adverso, porque el mundo está encontrando menos actividad comercial y eso no ayuda”, aseveró Carlos Hernández analista de la consultora The CIU.
Bajo este escenario, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo su expectativa de crecimiento para el mercado global de este año a sólo 3.3 por ciento, mientras que el horizonte para la economía mexicana es de pronósticos de 1.6 por ciento para 2019 y 1.9 por ciento en 2020, por parte del FMI; la OCDE, adelanta 1.6 por ciento para este año y 2.0 por ciento el próximo año y el Banco de México anticipa un rango que oscila del 1.1 al 2.1 por ciento para 2019 y de 1.7 a 2.7 por ciento para 2020.

“El ciclo económico de México está montado al de Estados Unidos y Canadá, ha pasado a ser parte integral de la economía norteamericana; hay un divorcio total con América Latina, lo cual responde a que México y EU tienen intereses productivos similares y un intercambio comercial intenso, lo que hace que esa nación sea un mercado natural para el país”, explicó Ernesto Piedras, director General de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
La mala noticia es que la actividad económica internacional atraviesa por “malos días”; los problemas entre Huawei y EU pueden elevar los aranceles del 10 al 25 por ciento, según advierte el presidente Donald Trump, lo cual sería negativo para México, pues su segundo socio comercial es China y el mercado doméstico ha sido una puerta de entrada para muchos productos provenientes de ese mercado asiático.
Además, es imprescindible recordar que muchas de las redes de telecomunicaciones desarrolladas en el país corren a través de infraestructura de Huawei; Iusacell, Nextel, la Red Pública Compartida etcétera, son algunos ejemplos que utilizan tecnología de esta marca china que es la única en el mundo “end to end” (vende tabletas smartphones, circuitos, torres, antenas infraestructura), por ello es importante considerar este tema “porque puede darnos una buena zarandeada”.
Pero por otro lado México comercia cada día con EU mil 300 millones de dólares, “no hay una frontera que cruce tantos bienes y servicios”, lo cual ha sido favorecido por algunas de sus restricciones, porque a pesar de que EU se promueve como una nación que impulsa el libre comercio, en realidad es uno de los países más proteccionistas, aunque la colindancia ha sido de gran ayuda.
Sin embargo, es importante tener presente que en la negociación del T-MEC quedó fijada una cláusula que dice que México no puede negociar con países que no operen en términos de mercado, es decir, eso representaría la limitación que el país no podría comerciar con China, si EU lo decide, “podría haber un punto de exclusión”.
Otro tema es el Brexit, pues el Reino Unido es el principal socio europeo de EU “very special relationship”, y una eventual salida de esa economía de la Unión Europea, podría traer consecuencias no calculadas, pues en el mundo de la economía se sabe mucho de integración económica y comercial, pero en materia de “desintegración se sabe muy poco”.
Aunque se dice que tiene como alternativa que Reino Unido realice acuerdos individuales con los países europeos, se calcula que tendrían que concretar alrededor de 260 convenios para poder tener una relación comercial y económica similar a la que tenía con la Unión Europea.
En lo doméstico los especialistas coincidieron en que la perspectiva no es diferente, pues los pronósticos sobre el crecimiento del PIB nacional en promedio llegan al 1.6 por ciento para este año y con una pésima distribución del ingreso, la alta confianza del consumidor que ha impulsado el consumo en el primer trimestre del año, se puede caer, lo cual sería una mala mezcla con la desconfianza que prevalece en el sector empresarial.
“Hay un evidente divorcio entre lo que percibe el consumidor y el empresario, mientras el consumidor está muy optimista, lo que está activando el mercado interno porque la gente cree que le va ir bien… el empresario no está a gusto con la situación económica, no ven certidumbre, no ven reglas claras, ni incentivos de largo plazo y por ello no invierten”, detalló Carlos Hernández.
La relación entre la macroeconomía y las TIC detalló es muy dispar, en los últimos ocho años mientras el PIB apenas aumentó a un ritmo promedio anual de 2.5 por ciento, el PIB de las TIC creció 4.2 veces; Radiodifusión, 0.5 veces; y la industria de las Telecom, 4.7 veces; es decir, se trata de una industria que impulsa la actividad económica pero que requiere reglas claras y certidumbre para invertir a largo plazo.

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