América Latina tiene la valiosa oportunidad de consolidar su transformación digital, a través de mayor inversión en infraestructura para la conectividad, elevar el uso productivo de las tecnologías digitales, cerrar las brechas de acceso en hogares y de los trabajadores, así como mejorar garantías para la privacidad de datos.
“Puede aprovecharse, además, la escala regional para promover un mercado digital regional que facilite la conectividad y los emprendimientos digitales”, subrayó el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en el documento “Cinco hitos del desarrollo latinoamericano en 2021”.
La publicación refiere que el crecimiento económico en América Latina y el Caribe en 2021 fue del 6.3 por ciento del PIB, algo muy positivo después de la fuerte recesión del 2020; sin embargo, expertos vaticinan que mantener estos niveles de crecimiento será difícil en los próximos años.
Por ello, “los países de la región deberán reforzar sus sistemas de protección social, invertir más y mejor en infraestructuras y trabajar en aumentar la productividad y competitividad”.
En este contexto, el banco de desarrollo enumera algunos hitos alcanzados en el año que termina como el avance en la vacunación en la región, aunque con notables diferencias entre los países de la región, pues mientras Chile y Cuba registran índices mayores al 80 por ciento; Argentina, 69 por ciento; Brasil, 66 por ciento y Uruguay 76 por ciento, hay casos mucho más modestos con menos de 40 por ciento.
A pesar de los inconvenientes iniciales, todos los países cuentan con planes de vacunación ambiciosos para alcanzar la inmunidad de rebaño en los próximos meses, lo que muestra la capacidad de respuesta en la región.
“Se calcula que la región crecerá 6.3 por ciento en 2021, un rebote necesario después de la recesión registrada el año pasado, y que permitió recuperar sectores económicos y potenciar otros, como el comercio electrónico o el streaming”.
No obstante, los grandes retos estructurales de América Latina y el Caribe siguen más vigentes que nunca tras la pandemia y uno de ellos es el bajo crecimiento potencial, cuyo debilitamiento desde 2015 frenó la reducción de la pobreza y de la desigualdad que se daba desde la década previa.
“Entre 2015 y 2020, la pobreza aumentó aproximadamente seis puntos porcentuales desde el mínimo de 27.8 por ciento alcanzado en 2014 y la mitad de ese deterioro ocurrió con el desplome de la actividad y el empleo ocasionado por la pandemia en 2020”.
Por otra parte, CAF señaló que la región será líder de la acción climática, gracias principalmente a su rica biodiversidad y también a que avanzó en la ampliación del financiamiento a iniciativas de adaptación y mitigación, además de su apuesta por las soluciones basadas en la naturaleza.
Durante la COP26 en Glasgow, CAF anunció que en los próximos cinco años destinará 25 mil millones de dólares a fomentar el crecimiento verde en la región, lo que significa que las operaciones en este rubro pasarán de 24 por ciento actual al 40 por ciento en 2026.
Finalmente señaló que el papel de los bancos de desarrollo ha sido estratégico para movilizar recursos a la región, lo que ha servido como correa de transmisión del capital extra regional e innovando en productos financieros para fortalecer sectores que promueven el desarrollo sostenible, generan empleo y ayudan a reducir la pobreza.
En este sentido, a inicios de diciembre, el directorio de CAF aprobó por consenso una capitalización de 7 mil millones de dólares, que le permitirá doblar la cartera al 2030, con foco en una estrategia de banco verde y banco de la reactivación económica, para ayudar a sentar las bases de una región más próspera, inclusiva y respetuosa con el medio ambiente.
C$T-GM