Y si bien en la industria es bien conocido que la conectividad redunda en desarrollo económico, explicó que diversas instituciones han hecho mediciones específicas en términos de PIB que genera el despliegue en la región.
Así por ejemplo, según el Banco Mundial, un despliegue de 10 por ciento de banda ancha generará un crecimiento de 1.21 por ciento del PIB en países desarrollados y 1.38 por ciento en países en desarrollo; según la Unión Internacional de Telecomunicaciones; el crecimiento del 10 por ciento en la banda ancha generaría incrementos de entre 0.25 por ciento y 1.5 por ciento del PIB.
En tanto la OCDE calcula que con ese mismo 10 por ciento de despliegue de fibra, la productividad se incrementará en 1.5 por ciento.
Estas cifras, explicó Rey Jiménez, son un indicativo de cuán importante es el despliegue de fibra sobre todo cuando se toma en cuenta que en México, sólo 23 de cada 100 hogares son suscriptores de Fiber To The Home (FTTH), en comparación con Corea, que tiene 88; Suiza 65 o Noruega 60.
Sin embargo, destacó que otros países que han empezado más tarde en este trabajo, tienen cifras sorprendentemente bajas, como lo es el Reino Unido con sólo 10 hogares de cada 100 suscriptores de FTTH.
Además, la composición de las redes ha cambiado en México, pues en 2017, el 60 por ciento correspondía redes de transporte y el 40 por ciento a redes de acceso, proporción que se invirtió hacia 2020, cuando el 40 por ciento eran de transporte y el 60 por ciento de acceso.
Recordó que una de las dificultades del despliegue de fibra reside en las desigualdades que se registran en las distintas geografías del país, sin descuidar que en algunos municipios, el único proveedor de servicios de telecomunicaciones es Telmex.
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