En tan solo dos años, es decir, hacia el año 2025, las habilidades que los empleadores buscarán en los probables empleados, cambiarán 50 por ciento respecto a lo requerido hoy en día para los mismos puestos, en tanto que, según el más reciente Reporte de Fuerza de Trabajo de LinkedIn, de 2015 a la fecha, las habilidades que se requieren en el campo laboral en México, han cambiado 36 por ciento, muy por arriba del promedio mundial del 24 por ciento.
Las habilidades digitales son fundamentales y se tienen que adquirir necesariamente para responder al nuevo y cambiante mundo laboral, también es un hecho que otras habilidades como la innovación, el trabajo en equipo, la inteligencia emocional, la tolerancia a la frustración, adaptabilidad, comunicación y resolución de problemas, son algunas de las más requeridas en todos los ámbitos laborales.
Como parte del panel “Habilidades del siglo XXI”, realizado en el contexto del e-Tech Evolving Education, Martha Cuevas, directora de ventas para América Latina de LinkedIn, dijo que de acuerdo con el Reporte de Fuerza de Trabajo más reciente, los requerimientos de las empresas cambian y exigen sin duda habilidades de autoaprendizaje de los profesionales de todas las ramas, incluyendo los docentes, cuyas habilidades requeridas han cambiado 33.7 por ciento, respecto a lo que se pedía en 2015.
Por otra parte, no debe perderse de vista que la generación Z, que ya está incursionando en el ámbito laboral, quiere trabajos bien pagados en los que no tengan que ir a la oficina, en empresas que hagan un cambio en la comunidad y que les ofrezcan formación continua.
En su oportunidad, Joyce Martínez, directora ejecutiva de gestión de mercados de College Board, dijo que si bien la inteligencia artificial puede llegar a sustituir algunos empleos, esto no es necesariamente automático ni directo, si bien algunos como los teleoperadores o cajeros de bancos, sí podrán ser sustituidos por este tipo de soluciones tecnológicas en el futuro.
En tanto, empleos cuya demanda va en aumento, se relacionan con carreras STEM y con soluciones biomédicas, mientras los que menos riesgo tienen de ser sustituidos son los de profesores, médicos y directores de recursos humanos, es decir, aquellos que interactúan directamente con las personas. De hecho, en el futuro, el 60 por ciento de los trabajados en el mundo estarán relacionados con temas STEM.
Eso no quiere decir que los maestros no tengan que actualizarse. Por el contrario, todos los profesionales tienen que acelerar la adopción de la tecnología porque de no hacerlo se quedarán atrás y esto es particularmente importante entre los profesores, si bien se debe reconocer que hay un alto nivel de ansiedad entre ellos, respecto a qué tecnologías adoptar y para qué.
Guillermo Milano Castillo, director ejecutivo de Colectivo Tomate, una organización de la sociedad civil dedicada al fortalecimiento del tejido social y la educación, dijo que la tecnología debe ser adoptada en complemento al desarrollo de habilidades blandas muy requeridas en todos los sectores, pero convocó a evitar las decisiones apresuradas.
De hecho, por ejemplo, la Inteligencia Artificial -“herramienta que puede tener lados brillantes y oscuros”- puede ser usada para individualizar los procesos de aprendizaje según las necesidades de cada persona, sin que esto signifique la sustitución de las personas por esta tecnología, ni su adopción total suponiendo que es la panacea: “no hay que apostarle 100 por ciento a la IA en la educación”.
A su vez, Saraí Rosas Trujillo, directora académica de Enseña por México, reconoció que si bien la adopción de la tecnología es fundamental para los profesores, se debe reconocer que no todos la podrán adoptar con la misma velocidad y facilidad.
“Hay que respetar el proceso de cada uno”, señaló, al indicar que debe haber un diálogo entre profesionales, mientras el sector de la educación, ya sea en los servicios públicos o privados, debe tener claro para qué adoptan las tecnologías y cuáles específicamente.
Además, no todo se resuelve con tecnología, sino que ésta es una herramienta más con la que deben contar los docentes en el futuro para potenciar su práctica, en lugar de sustituirla porque además, las habilidades blandas como empatía, resolución de conflictos, comunicación y trabajo en equipo, son también vitales para la buena práctica docente y como elementos qué transmitir a los alumnos.
C$T-GM